Crimen organizado golpea en Puebla a familias de migrantes
Son víctimas de robo, extorsión y secuestro
MEXICO.- Si alguien sabe bien sobre las consecuencias del incremento del crimen organizado en el estado de Puebla son los migrantes del sur del estado, donde en los últimos meses tuvieron que pagar hasta 55,000 dólares a secuestradores para que liberen a sus seres queridos además del robo de camionetas con placas de Estados Unidos.
“Esto ya había ocurrido hace cinco años y gracias al apoyo del entonces secretario de Seguridad que nos apoyó con todo se detuvo a una banda de delincuentes pero cuando cambió la administración ya no quisieron ayudar más y ahí está la consecuencia’’, detalló Roberto Bravo, líder del Consejo Binacional de Organizaciones Comunitarias Mexicanas, con sede en Los Angeles.
“Puebla se ha vuelto un caos y nosotros ya no estamos seguros de viajar allá ni buscar a inversionistas para que inviertan y nuestras familias están en riesgo’’.
De acuerdo con el Observatorio Ciudadano Instituto de Gestión, Administración y Vinculación Municipal, los delitos en Puebla aumentaron en los últimos dos años un 40%, principalmente por secuestro, extorsión, robo con violencia, robo de vehículos, robo a casa habitación y robo de negocios vinculados a organizaciones criminales.
El gobernador del estado, Antonio Gali, reconoció esta semana que en la región se han instalado al menos tres carteles: los Zetas (que se hicieron del control de robo de combustible); el cártel Jalisco Nueva Generación y Los Rojos, una célula derivada del cartel de Los Beltrán Leyva. Todos provenientes de otros estados, de Veracruz, Jalisco y Guerrero, respectivamente.
“Fue desde la administración pasada (a cargo de Rafael Moreno Valle)’’, dijo Gali a manera de explicación por la papa caliente: algunos de los operativos más violentos en contra de huichicoleros (ladrones de gasolina) han sido en el estado donde han muerto varias personas en enfrentamientos con la Marina además de los otros delitos que incluye el incremento de 700% de los feminicidios, una señal de la llegada de los cárteles.
Uno de los líderes de Los Guerreros Unidos, Alejandro Herrera “El Chino’’ había montado un lujoso escondrijo rodeado de 114 animales exóticos y caballos pura sangre de raza española hasta que en agosto pasado soldados de la Marina Armada lo detuvo en la localidad poblana de Acatlán de Osorio, en la mixteca poblana, justamente en la región en donde ahora sufren de la inseguridad las familias de los migrantes.
“Estamos rodeados en todos los municipios y desamparados porque ya no quieren recibirnos aunque somos representantes de migrantes’’, advirtió Bravo. “Estamos rodeados por criminales, ya ni la ayuda podemos entregar en paz’’.
En días pasados una comitiva de migrantes fue sólo “de entrada por salida’’ a entregar 16,000 dólares que la empresa Xalos -cuyo dueño es un migrante- recopiló en un evento de night club en Anaheim para apoyar a los damnificaos del sismo del pasado 19 de septiembre en el estado y que aún viven en casas de campaña.
“Ni siquiera estábamos tranquilos para comer. Estamos totalmente desamparados’’