Una mujer le gasta una broma a su esposo, pero todo sale mal y él acaba desmayado
Todo se nos puede ir de las manos y debemos medir con suma atención las posibles consecuencias de nuestros actos, aunque solo pretendan causar diversión
Esta mujer, Rebekah tiene la costumbre de gastarle bromas a su esposo, Reub, todos los años por estas fechas.
La del año pasado salió tan mal, que estamos expectantes de qué será lo que se lo ocurra para este año. Si es que todavía le quedan ganas de bromear.
Nada podrá superar lo que le hizo el año pasado, cuando decidió fingir que se había cortado la mano.
Rebekah tenía un montón de sangre falsa de la que se utiliza en los disfraces, por lo que pensó que sería gracioso llamar a su esposo y suplicarle que volviera a casa urgentemente, puesto que se había cortado.
Como un buen esposo, Reub se dirigió a casa de inmediato.
Rebekah se había aplicado toda la sangre falsa sobre sus manos. Sin embargo, no solo hizo eso, sino que también manchó el cuchillo y el fregadero de la cocina para que pareciera lo más real posible.
Una vez que escuchó que la puerta se abría, Rebekah comenzó a gritar ya que, supuestamente, no podía detener la sangre.
En cuanto el esposo vio la escena no tardó en marearse. Aun así, Reub trató de mantenerse en pie, pero en cuestión de segundos, se desmayó y cayó directamente al piso.
Su esposa corre hasta él para asegurarse de que está bien. Cuando volvió en sí, Rebekah le confesó que todo era una broma.
Afortunadamente, su esposo no se enojó. Solo estaba feliz de que ella estuviera bien.