La cárcel no es obstáculo para obtener educación
Casi 40 reos se graduaron obteniendo títulos de secundaria o de carreras vocacionales
Cuando Angelina Rubio vio a su hijo caminar hacia estrado, vestido con una toga y birrete negros, para recibir su diploma de secundaria no dejaba de aplaudir emocionada . Sus infinitos rezos estaban dando resultado.
Esto fue debido a que el festejo no se trató de una celebración tradicional. Charlie Rubio, de 30 años de edad, se graduó dentro del Centro Penitenciario Peter J. Pitchess ubicado en Castaic, al norte del condado de Los Ángeles.
“Me siento bien feliz. Siempre quise que mi hijo sacara su diploma de high school”, dijo la madre mientras ondeaba el diploma de Charlie.
Angelina viajó desde Bell Gardens —al sureste de Los Ángeles— por más de una hora y más de 50 millas para apoyar a su hijo en este logro.
Charlie, quien lleva cuatro meses en prisión, dijo que dentro de la cárcel pudo lograr lo que por muchos años se había negado a hacer en su juventud.
“Para mí lo más difícil era ir a la escuela porque las matemáticas no las agarraba pero aquí una maestra me enseñó y me motivó”, comentó.
“Cuando salga quiero ir al colegio y quiero agarrar ideas para saber qué voy a estudiar”, añadió este hombre, quien espera salir libre dentro de dos meses.
Saúl Martínez, de 35 años, fue otro graduado que confesó que este 2018 celebra su graduación y la de su hijo. Ambos de la secundaria.
“Aunque mi hijo no pudo venir siento que está orgulloso de su padre”, señaló.
“Quiero continuar la escuela cuando salga y ver las oportunidades que hay”, aseveró mientras estimaba que saldrá de prisión a finales de año o a principios de 2019.
Rubio y Martínez fueron parte de los cerca de 40 reos que se graduaron con un título de secundaria o un certificado de una carrera vocacional del programa de Education Based Incarceration (Encarcelamiento Basado en la Educación), una red educativa dentro del sistema de la cárcel del condado de Los Ángeles.
El programa está compuesto por personal del Departamento del Sheriff juramentado y no juramentado que trabaja mano a mano con las escuelas secundarias, organizaciones voluntarias y voluntarios religiosos.
Mediante el sistema educativo Five Keys Chárter School el programa se encarga de empoderar a hombres y mujeres encarcelados mediante educación, autoestima, creatividad y respeto así mismo.
“Los interesados llenan una solicitud y participan en una orientación de reclusos para saber qué tipo de título quieren recibir”, dijo el sheriff Donald Lee, encargado de supervisar el programa. “Además aprenden habilidades como soldadura, pintura comercial e industrial, artes culinarias, computadoras, costura y mucho más”.
Trabajo en equipo
La mayoría de los reos graduados el jueves aceptó que su logro es primordialmente gracias al apoyo de sus seres queridos y maestros quienes no se dan por vencidos.
José Sánchez, uno de los más de 60 maestros que trabajan en la correccional, dijo haber notado que muchos reos se dan cuenta que estudiar es una oportunidad positiva en sus vidas.
“Tal vez al principio puede ser difícil porque [los reos] no quieren ayuda pero después se sienten mas cómodos”, aseveró Sánchez, quien ha trabajado para Five Keys por tres años.
Su colega, Rafael Marentes dijo que él enseña varias materias incluyendo clases para aprendices de inglés (ELL).
“Tengo como de 12 a 15 estudiantes en el programa de ELL’s y les damos clases especiales para que puedan desarrollar su inglés. Cuando ya hablan un poco se mandan a las otras clases. Las oportunidades son iguales para todos”, dijo el maestro.
Los instructores dijeron que sus estudiantes han demostrado interés por la educación por diferentes razones.
“Algunos quieren regresar con la familia y obtener oportunidades de trabajo y otros quieren demostrar a sus hijos que nunca es tarde para ir a la escuela”, dijo Sánchez.
Las clases varían dependiendo el nivel educativo y plan de cada recluso. Algunos participan en los estudios independientes donde individualmente deben tomar sus clases con la ayuda de sus maestros o el Side Base que es un salón regular compuesto de 25 a 30 estudiantes que van a clases todos los días.
Un logro que va en aumento
El sheriff adjunto Kelly Harrington del condado de Los Ángeles les dijo a los graduados que su esfuerzo ha valido la pena.
“Utilicen su educación para obtener un trabajo cuando salgan de aquí o inspiren a otros a obtener su educación”, les dijo durante la ceremonia. “Recuerden que nunca es muy temprano o muy tarde para obtener su educación”.
El centro correccional de Castaic cuenta con más de 4,000 presos de los cuales se estima que un 60% aceptan ayuda para recibir su educación. El programa de Education Based Incarceration comenzó en el 2012 y contó con 21 reos en la primera graduación. El programa celebra graduaciones dos veces al año y en esta ocasión participaron casi 40 graduados con edades de 19 a 55 años.
Charlie dijo que con este tiempo tras las rejas ha aprendido a valorar a sus seres queridos y la motivación y trabajo de desconocidos. Pero sobre todo el “apoyo y el amor” de su madre quien nunca lo ha abandonado.
“Mi mensaje es que [los jóvenes] no se alejen de la gente que los apoya y no se peleen con la gente que los ayuda porque solo quieren su bien”, dio Charlie.