Hoy martes, ultimo día para que hondureños y nicaragüenses renueven TPS
El TPS de Honduras fue prorrogado por seis meses en noviembre. Se espera una decisión final del gobierno de Donald Trump respecto a mantenerlo o eliminarlo a más tardar el 6 de mayo.
Karina llegó este martes a la oficina de la Alianza Hondureña de Los Ángeles apurada.
Era el último día en que los cerca de 60,000 hondureños y alrededor de 5,300 nicaragüenses amparados bajo el Programa de Protección Temporal (TPS) podían renovar su permiso de trabajo y permanencia legal en Estados Unidos.
Dice que se esperó por el costo de la renovación – arriba de $1,000 dólares para ella y su esposo. Sus tres hijos son nacidos aquí.
Ella tiene más de 24 años en Los Ángeles y su esperanza es que el programa continúe. Eso está todavía por verse.
“Solo nos queda esperar, tener fe en Dios que todo salga bien”, expresó Karina, quien pidió no revelar su apellido.
De los tres países centroamericanos que gozaban de la protección, Honduras es el que aún mantiene vigente el permiso migratorio hasta el próximo 5 de julio.
El TPS de Honduras fue prorrogado por seis meses en noviembre. Se espera una decisión final del gobierno de Donald Trump respecto a mantenerlo o eliminarlo a más tardar el 6 de mayo.
El TPS fue concedido por el Gobierno estadounidense a las personas que huían de desastres naturales o conflictos civiles en sus países de origen, para que viajaran y trabajaran legalmente en esta nación.
Se le concedió a los hondureños y nicaragüenses que llegaron antes de que concluyera 1998, tras el huracán “Mitch” que azotó ese año a Centroamérica.
Futuro incierto
Defensores del TPS albergan pocas esperanzas sobre el futuro del beneficio para los hondureños tras la renuncia el jueves último de James D. Nealon, un importante funcionario de la Administración de Trump que levantó su voz a favor de mantener la protección temporal a los centroamericanos.
Nealon, que fue embajador de Estados Unidos en Honduras durante el gobierno de Barack Obama y conoce muy bien la región, hasta su renuncia se desempeñó como secretario asistente para el Compromiso Internacional en la Oficina de Estrategia, Política y Planes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
“La salida de Nealon podría ser una indicación temprana de la decisión que tomará la administración sobre el TPS de Honduras, y que finalmente pondrá fin el amparo para los hondureños”, alertó Oscar Chacón, director del colectivo pro inmigrantes Alianza América.
Chacón asegura que su organización, así como la Alianza por el TPS, están “quemando los últimos cartuchos” para que nadie se quede fuera de la renovación y luego la baja participación sea usada como un arma política en contra de las peticiones de legalización de este grupo de inmigrantes.
Según la revista política Washington Examiner, Nealon era amigo del Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, con el que trabajó cuando este era Jefe del Comando Sur.
Una fuente del semanario aseguró que el exfuncionario estaba molesto porque sus recomendaciones para extender el TPS a unos 200,000 inmigrantes de El Salvador y Haití fueron rechazadas.
Las declaraciones de la semana pasada en las que Kelly sugirió que muchos jóvenes indocumentados en Estados Unidos que podrían haberse beneficiado del programa de alivio migratorio DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) no lo hicieron porque quizá tuvieron mucho “miedo” o fueron muy “flojos” no han hecho más que aumentar las sospechas de lo que podría suceder con los inmigrantes amparados bajo un TPS.
“Sería injusto calificar a los hondureños de perezosos si no se reinscriben (en el programa de protección temporal). Están agobiados y pensando en su situación económica, pero esta clase de ataques contra ellos se puede dar. Por eso les pedimos que se animen a realizar la renovación”, insiste Chacón.
Por su parte, la directora de Alianza Hondureña, Cecilica Rodríguez, dijo que la preocupación ayer era que “si estos paquetes no llegan a tiempo, Migración los va a rechazar”, en alusión al hecho que varios connacionales le habían comentado de un retraso en el correo en Chicago, Illinois.
Al igual que Karina, espera que “que las autoridades tomen en cuenta que todos los latinos que tenemos TPS venimos a contribuir a la economía de este país y no queremos una separación de familia”, expresó.
“La violencia en Honduras está bien peligrosa. Peligran nuestros hijos y peligramos nosotros”, acotó.
“Con la fe en Dios vamos a agarrar una reforma permanente”, agregó.
La directora de asuntos consulares de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, Flavia Zamora, dijo a los medios hondureños que hasta el viernes de la semana pasada tan solo unos 3,400 hondureños habían acudido a los consulados para realizar el trámite.
Fernando Romo, abogado de inmigración y asesor de la Asociación de Salvadoreños de Los Ángeles (ASOSAL), explicó que la renovación del permiso de trabajo hasta el 5 de julio, por un valor de 495 dólares, podría desalentar a los hondureños a realizar el trámite.
No obstante, advirtió que “esta es la única manera que tienen para estar protegidos”.
Según el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), hasta diciembre del 2016, 86,163 hondureños estaban amparados por el TPS. Se estima que actualmente unos 60,000 mantienen el beneficio.
Aunque la Administracion de Trump puso fin al alivio migratorio para haitianos, salvadoreños y nicaragüenses, la secretaria interina del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Elaine Duke, justificó la extensión para unos 60,000 hondureños “por la falta de información definitiva sobre las actuales condiciones sobre el terreno, comparadas con las de antes del huracán Mitch”.
Con información de EFE