VIDEO: Cubano “King Kong” Ortiz perdona a Deontay Wilder y cae por nocaut
El cubano bordea la hazaña en Brooklyn, pero el poder del campeón prevalece
BROOKLYN — La ilusión del retador cubano Luis ‘King Kong’ Ortiz de consumar una hazaña la noche del sábado ante el campeón Deontay Wilder se desmoronó abruptamente cuando se quedó sin respuestas en el décimo asalto y perdió por nocaut.
Ortiz quien llegaba como retador al título de los pesos completos del CMB cumplió una pelea inteligente en la que fue de menos a más y en el séptimo asalto sometió de tal manera a Wilder quien estuvo a un solo golpe de ir a la lona y virtualmente noqueado de pie.
Ortiz no supo rematarlo y lo pagó caro.
Dominio de ‘King Kong’
Los primeros asaltos, muy parejos, fueron del lado del zurdo cubano que marcaba el ritmo del combate y buscaba su distancia, mientras giraba hacia su derecha para mantenerse lejos de la poderosa mano derecha del campeón nativo de Alabama.
El jab de ‘King Kong’ y su zurda engatillada que entraba algunas veces como gancho, mantenían ocupado a Wilder que retrocedía a la expectativa.
En el tercer asalto ya Ortiz tomó confianza y Wilder de manera estratégica lo dejó venir para ver si finalmente podría conectarlo.
Ya había ganado tres de cuatro asalto Ortiz cuando en el quinto Wilder encontró su distancia y conectó con la derecha. Ortiz trastabilló y Wilder, que falló la izquierda metió otra derecha para enviar a la lona al cubano.
Aguantó la cuenta de ocho y la campana lo salvó de un final que parecía inevitable.
Sin embargo en el sexto Ortiz pasó el asalto sin apuros y en el séptimo tuvo su momento.
Wilder, con más de dos metros de estatura, necesita pelear en todo el ring y cuando ya había cansancio en las piernas, Ortiz puso más presión y se metió en la candela.
Entró primero la izquierda durísima de ‘King Kong’ y entonces lo combinó arriba y lo conectó a la zona media. Wilder empezó a caerse, pero se protegió en las cuerdas y mientras Ortiz buscaba el espacio para meter su golpe definitivo, Wilder se abrazó y amarró hasta tres veces para evitar el contacto y se salvó de nocaut.
Así de cerca estuvo el cubano de una hazaña de dimensión histórica. Un golpe más y Wilder se caía.
El cubano apelaba a su paciencia y a su inteligencia (lo había dicho) para buscar el desenlace. Así ganó el octavo y también el noveno, pero ya hacia menos daño y ya Wilder se sintió más cómodo porque aunque cediera seis de nueve asaltos siempre tenía el recurso de la bazooka que tiene en su mano derecha.
Ortiz lo había perdonado en el séptimo, pero Wilder no lo perdonó en el décimo.
Lo conectó con un largo recto de derecha y lo combinó con una lluvia de golpes hasta someterlo y dejarlo en la lona.
Al asalto le quedaba un minuto y tres segundos cuando el árbitro llamó a seguir la reyerta. Entonces Wilder vino por él lo conectó sólido arriba con la derecha y la izquierda y ya sin oposición metió un upper terrible para acabar el combate.
Así acabó el sueño de campeón de los pesos pesados de ‘King Kong’ Ortiz en una noche fría y ventosa de Nueva York en la que Deontay Wilder volvió a dejar expresamente escrito, que su boxeo limitado y su carencia de recursos técnicos, aun los puede tapar con el poder de su derecha cargada de nitroglicerina.
Con esta victoria Wilder mejora su marca a (40-0, 39 KO), mientras Ortiz pierde su invicto y queda con (28-1 y 24 KO’s).