Clint Eastwood: “The 15:17 to Paris” tiene a los verdaderos héroes

Eastwood pidió a los protagonistas reales convertirse en actores en "15:17 Tren a París"

Clint Eastwood.

Clint Eastwood. Crédito: Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO -Clint Eastwood aprendió una invaluable lección cuando aceptó interpretarse a sí mismo en un episodio de la serie Mister Ed, en 1962.

“Fue cuando me di cuenta de que no quería pensar tanto las cosas… me hacía muchas preguntas que no venían al caso, como; ‘¿Qué haría el verdadero Clint en esta situación”, recuerda el cineasta.

“Lo más complicado para un actor profesional es interpretarse a sí mismo. La mayoría se esconde detrás de personajes y no saben quiénes son en realidad”.

Así que cuando eligió Spencer Stone, Alek Skarlatos y Anthony Sadler para que protagonizaran The 15:17 to Paris, que dramatiza cómo los tres amigos frustraron en 2015 un ataque terrorista a bordo de un tren de pasajeros en Francia, decidió que no les permitiría tomar clases de actuación.

“Nos dijo: ‘No lo harán porque entonces va a parecer que están actuando’. No quiso que se volviera algo hollywoodesco”, explica Stone.

Stone, quien en esa época trabajaba en la Fuerza Aérea de EU, y Skarlatos, quien estuvo destacado en Afganistán, se encontraban de vacaciones en Europa con Sandler, su amigo de la infancia.

Cuando un hombre fuertemente armado abrió fuego en el tren que viajaban, los tres sometieron al atacante. Los amigos, así como otros pasajeros que ayudaron, recibieron la Legión de Honor, la distinción más importante del gobierno francés.

The 15:17 to Paris es la tercera película consecutiva que Eastwood realiza basada en hechos de la vida real. Las otras fueron la historia del piloto Chesley B. Sullenberger III en Sully y la de Chris Kyle en El Francotirador.

Pero el director tampoco se clava mucho en la tendencia.

“Nunca planeo nada. Ya uno piensa demasiadas cosas en la vida. Cuando haces una película, dejas que las cosas caigan en el lugar donde deben”.

Las nuevas estrellas de cine conocieron a Eastwood cuando le entregaron un premio en la ceremonia de los Guys Choice Awards, en 2016.

“Los tres acordamos sugerirle, como quien no quiere la cosa, que hiciera una película del libro que estábamos escribiendo, así que debíamos aprovechar la oportunidad. Nos contestó: ‘Uno nunca sabe. Mándenme el libro”, recordó Sadler.

Después de que el cineasta se conmoviera con la inspiracional historia, y de que Dorothy Blyskal la transformara en guión, Eastwood comenzó a buscar al elenco.

Stone, Skarlatos y Sadler sugirieron que los interpretaran Chris Hemsworth, Zac Efron y Michael B. Jordan.

“Pero tuve esta loca idea de que tal vez estos tres tipos debían ser los protagonistas. Son muy carismáticos, así que decidí jugármela. ¿Qué podía perder a estas alturas?”, dice Eastwood.

Tres semanas antes de comenzar el rodaje, el cineasta les pidió a los tres que se reunieran con él, presuntamente para checar que el guión fuera preciso, algo que ya habían hecho antes. Sólo que esta vez, Eastwood tenía una cámara y les pidió que recrearan los eventos vividos.

Entonces, les ofreció la oportunidad de interpretarse a sí mismos.

“Ni siquiera de broma se nos había ocurrido. Esa posibilidad no estaba en el radar”, señala Skarlatos.

La austeridad que se respira en los sets de Eastwood es famosa por ayudar a calmar los nervios de los actores.

“Me he vuelto un especialista contra la ansiedad”, dice el director. “No se trata de golpear el sistema nervioso de nadie. Lo único que quieres es tener la situación más cómoda posible”, afirma Eastwood.

Los tres amigos también coinciden en que el cineasta fue bastante simple al dirigirlos.

“Todo lo que nos dijo fue: ‘Hagan lo que hicieron en esa ocasión’. Digamos que te deja hacer tu trabajo, lo cual fue raro porque actuar no era nuestro trabajo”, señala Skarlatos.

Bueno, no lo era hasta ahora, pues los tres pretenden hacer carrera en la actuación.

En cuanto a su propio futuro, el cineasta mantiene sus opciones abiertas. A sus 87 años, no descarta volver a actuar, si llega un buen papel.

Al final, como dice Harry el Sucio en Magnum Force: “Un hombre debe conocer sus limitaciones”.

Si tan sólo Eastwood las hubiera descubierto antes de su participación en Mister Ed…

“Eso no es en absoluto un ejemplo de gran actuación, ¡para nada!”, admite entre carcajadas.

Leticia C. Rentería, Agencia Reforma

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