Francisca Lachapel, toda una historia inspiradora
La presentadora de televisión pública su primer libro 'Una reina como tú', en el que comparte sus experiencias de cómo llegó y se ha abierto camino en este país
Desde que apareció por primera vez en la televisión, como una de las candidatas del reinado Nuestra Belleza Latina 2015, Francisca Lachapel se ganó el cariño de la teleaudiencia de habla hispana de Estados Unidos con su carisma, sencillez e historia de sus experiencias de vida.
Y es que la historia de la actual co-presentadora del show matutino “Despierta América”, de la cadena Univision, es la de una mujer guerrera. Su cuento empezó a escribirse el 5 de mayo de 1989, cuando nació en Azu de Compostela,una pequeña ciudad de República Dominicana, en el seno de una familia humilde que la bautizó como Francisca Antonia Méndez Montero.
Pero la pobreza en la que creció nunca limitó la persecución de sus sueños: obtener un título de Comunicación Social; desarrollarse como actriz; incursionar en el teatro y crear el personaje “Mela La Melaza” con el que expone su talento de comediante y que precisamente le dio el boleto de entrada a Nuestra Belleza Latina y, posteriormente, a formar parte del actual elenco de conductores del mencionado programa televisivo.
Con motivo del lanzamiento de su primer libro, titulado “Una reina como tú” (editado por Atria Español, un sello editorial de Atria Publishing Group), hablamos con la dominicana de 28 años para conocer un poco más sobre su vida, sus logros, la razón por la que dejó a su país natal y por qué decidió escribir una autobiografía de sus pocos años vividos.
¿Cómo fue tu infancia y adolescencia?
Mi infancia fue difícil. Como he compartido con la audiencia varias veces, crecí con precariedades y un padrastro alcohólico. Pero bueno, eso ya pasó y ahora sigo trabajando y luchando por lograr las cosas con las que he soñando.
¿Qué eventos o personas en tu vida te han marcado más hasta el momento?
A la fecha, muchas personas me han marcado la vida, porque he tenido la bendición de que Dios ha puesto siempre en mi camino muchos ángeles, como yo llamo a todos aquellos que me han echado la mano en diferentes circunstancias, y cada uno de ellos ha aportado de una u otra manera a que yo sea una mejor persona.
¿Cuándo decidiste emigrar a Estados Unidos y por qué?
En el 2010. Tenía 21 años y decidí hacerlo porque quería, como todos los inmigrantes, buscar una mejor vida para mí y mi familia.
¿A dónde llegaste y qué recuerdas de ese arribo?
Llegué a la Ciudad de Nueva York. Tenía muchísimas ilusiones. Y la primera impresión que me quedó ese arribo fue el descubrir que no era tan bonita como me la imaginaba… Recuerdo que miraba a todas partes para encontrar dentro de la multitud a la persona que me llevaría a mi nueva casa [en Estados Unidos].
¿Encontraste de inmediato un empleo o te las viste duras?
En realidad no me tardé tanto para encontrar un trabajo, porque rápidamente me llegó la oportunidad de vender ollas [en una tienda]. Pero lo único malo de eso era que me pagaban por venta y, como no soy muy buena vendiendo, si me pongo a sumar todo el dinero que me gané en ese entonces, tendría que decir que sí estuve desempleada por algún tiempo (risas).
¿Cuál fue tu puerta para ingresar al camino del éxito en este país?
Para mí, la puerta principal para el éxito ha sido la fe, el tener claro lo que quiero y poner todo en las manos de Dios. Y la segunda puerta ha sido mi determinación y mi duro trabajar para poder materializar mis sueños.
¿Cómo te describes?
Me describo como una soñadora incansable.
¿Cuáles son tus miedos y cómo los has encarado?
Soy una persona bien miedosa, pero lo bueno es que no dejo que el miedo me gane. Siempre, aunque tenga miedo hago las cosas, porque hace mucho tiempo entendí que a tan solo un paso después del miedo está lo que se quiere.
De dónde surge tu personaje cómico de ‘Mela La Melaza’de comediante? ¿Lo creaste para demostrar tu talento u opacar tus temores?
Creo que tiene algo de los dos —contesta la copresentadora entre risas—, ya que ‘Mela’ nació cuando hice teatro [en Azu] y era muy jovencita. Ella me cubre de muchas cosas. Me deja decir muchas cosas que a lo mejor la gente no le perdonaría a Francisca.
¿Cómo te sientes hoy en el lugar donde te encuentras?
Me siento muy bien, muy contenta y muy comprometida con prepararme cada vez más para adquirir muchas más herramientas que pueda poner a favor de los demás.
¿Soñabas alguna vez llegar allí?
¡Sí, siempre! Desde que tengo uso de razón me veía en el mundo de la televisión y el entretenimiento. ¡Quería todo! Cantar, actuar, bailar y ser famosa. De hecho, cuando estaba jovencita siempre le decía a mi mamí: ‘Dame tal cosa, que cuando sea famosa te lo pago’. Y ella solo se reía. Nunca pensaba que en algún momento eso podía llegar a ser una realidad.
¿Cuánto te costo llegar allí?
Me costó muchísimo, muchísimo. ¡Imagínate! Me costó muchas lágrimas, desesperación, amigos. ¡Muchísimas cosas! Pero yo me enfoco en el resultado final, que es lo que la gente puede ver a través de ‘Despierta América’.
¿Tras tus experiencias, qué consejos les das a las chicas que desean alcanzar el éxito?
Que se enfoquen en ellas mismas y nunca miren hacia los lados, ya que la clave está en la autenticidad. Que se comprometan con sus sueños y sigan siempre hacia adelante buscando lo que desean.
¿Por qué decides escribir ‘Una reina como tú’?
Porque siempre he querido inspirar a otras personas. A mí me tocó muy duro cuando viví como inmigrante indocumentada en este país. Y hay muchas cosas que tuve que aprender sola y siempre quise que alguien me dijera que todo iba a estar bien, pero estas palabras de aliento no me llegaron muchas veces a tiempo. Entonces creo que escribir un libro acerca de mi vida y experiencias es una gran oportunidad para decirle a todos esos jóvenes soñadores [dreamers] y esas personas [inmigrantes] que han perdido las fuerzas para seguir luchando, que eso es parte del proceso y que ellos van a estar también bien.
¿Piensas que ya alcanzaste el éxito o todavía te faltan muchas metas por cumplir?
¡No, todavía me faltan muchísimas metas por cumplir! Y me gustaría decir que el éxito, en realidad, no tiene una etiqueta en particular. El éxito es toda aquella cosa que te hace feliz. Y yo, por el momento, tengo trabajo y una posición que me hace feliz. E irán llegando nuevas cosas en mi vida que también me irán a llenar de felicidad.