No habrá cargos contra policías que mataron a balazos a hombre que arrojó botella en Van Nuys
El occiso padecía esquizofrenia
En octubre de 2015, dos agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) mataron a balazos un hombre de Van Nuys. Los policías presuntamente creyeron que James Byrd, portaba una pistola.
Los investigadores, sin embargo, jamás encontraron un arma en la escena del crimen.
De acuerdo con la fiscalía, la noche del suceso, los agentes Andrew Hacoupian y Zackary Goldstein iban en una patrulla cuando se detuvieron en un semáforo. De repente, la ventana trasera de su auto se estrelló. Creyendo que estaban siendo atacados, los agentes se bajaron de la patrulla y le dispararon 18 veces a Byrd.
La fiscalía determinó que Byrd, quien padecía esquizofrenia, arrojó una botella de cerveza a la patrulla, lo cual provocó que se estrellara el cristal. También agregó que las acciones de los agentes están legalmente justificadas porque ellos pensaban que el sospechoso portaba un arma. Uno de los agentes declaró que había visto “un objeto negro” en manos del sospechoso.
“El hecho de que Byrd en realidad no presentaba una amenaza mortal cuando los agentes reaccionaron es irrelevante”, dijaron los fiscales en un memorando detallando la decisión. “[Ellos] tenían derecho de responder a una amenaza aparentemente mortal con fuerza letal”.
Como señala Los Angeles Times, la decisión se dio a pesar de que algunas de las pruebas indican que los agentes siguieron disparándole al sospechoso cuando él estaba corriendo. Además de las heridas de bala en la espalda del occiso, un testigo también declaró que Byrd se agachó para esquivar los disparos.