Fotos: Angelinos acuden a bendecir a sus animales
Con motivo del Sábado de Gloria varios dicen llevar a sus mascotas a la calle Olvera por tradición
Durante la celebración del Sábado de Gloria, decenas de personas llegaron junto a sus mascotas a la calle Olvera, en el centro de la ciudad, para que estos recibieran la bendición por parte del arzobispo angelino José H. Gómez.
Participaron animales de todo tamaño y color. Desde los más comunes de encontrar en casa como perros y gatos hasta los más inusuales como llamas, cerdos, conejos, loros, serpientes y otros reptiles.
Sergio Prado llegó con sus dos pequeños perros, quienes viajaban en unos carros elaborados por él. Su originalidad cautivó la atención de chicos y grandes.
“Los traigo para la bendición porque es igual que nosotros”, dijo este hombre refiriéndose al bautizo con agua bendita que reciben los católicos.
Guadalupe Murillo acudió a la celebración con sus dos hijos, Sebastián y Yajaira, y sus dos conejos Princess y Olaf.
“Es una tradición que tenemos aquí en la placita Olvera. Traerlos [a las mascotas] es importante porque es igual que nosotros. También hay que enseñarles esta cultura a los niños”, dijo Murillo quien tiene 12 años asistiendo a la bendición.
Las canes de Braulio Félix, Daisy y a Lily, llamaban la atención por su enorme tamaño pero también por ser tan calmadas.
Félix dijo que las llevó para recibir la bendición como parte de su cultura. “Yo venía cuando era niño pero es la primera vez que traigo a mis perros”, explicó Félix.
La Bendición de los Animales ha sido parte de la Placita Olvera desde su fundación en 1930. No obstante, su práctica se remonta al siglo IV, cuando San Antonio De Abad fue nombrado el santo patrón del reino animal y comenzó a bendecir a los animales para que tengan buena salud.
El arzobispo José H. Gómez, quien ofició la bendición de los animales, dijo que esto era parte importante del Sábado Santo en la víspera de la Resurrección de Jesús.
“Los animales fueron los primeros que se dieron cuenta que Jesús iba a resucitar y segundo porque Dios ama a todos los animales, a todas nuestras mascotas y queremos manifestar este amor”, dijo el arzobispo poco antes de comenzar la bendición, que duró cerca de una hora.
Cuenta a la historia que en los primeros días del pueblo, el sacerdote de la Iglesia La Placita bendecía el ganado de los granjeros para mantenerlos sanos y productivos en beneficio de la comunidad.
La práctica continuó cuando abrió la calle Olvera en 1930 pero para entonces no solo llegaban vacas, caballos y chivos sino también todo tipo de animales, incluídas las mascotas del hogar.
“Es una tradición de muchos años sobre todo por la presencia latina en Estados Unidos y nos demuestra cómo los animales han sido gran parte de nuestras vidas”, dijo el arzobispo Gómez.
Después de la bendición prosiguió una festividad en el kiosco de la placita Olvera con comida y
entretenimiento.