Un niño alérgico a la luz, se llena de pecas en cuestión de segundos
Hay que tener excesivo cuidado con los rayos uv y proteger la piel
Oliver Kei es alérgico al sol.
El niño fue diagnosticado con una condición genética rara, llamada xeroderma pigmentosum, cuando tenía 18 meses de edad.
Como resultado, Oliver debe usar un “extraño uniforme” para protegerse del sol. Usa una gruesa visera de plástico y guantes siempre que sale al exterior. Sin ellos, la piel de Oliver se broncea y se llena de pecas, que pueden derivar en cáncer de piel.
Oliver tiene 1.000 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de piel que una persona promedio, por lo que su familia debe tomar medidas extremas para protegerlo.
El automóvil familiar y el hogar están equipados con una película protectora contra los rayos UV y las bombillas de su salón de clases en la escuela también están cubiertas.