Repatriados y migrantes ausentes del primer debate presidencial
El primer encuentro de los candidatos a la presidencia de México dejó a cientos con un sabor más agrio que dulce
MEXICO.- A las 8:00 de la noche, justo cuando comenzaba el primero de los tres debates entre los cinco candidatos a la presidencia de la República, el inflable que hacía las veces de pantalla pública se cayó bajó la lluvia y los casi doscientos estudiantes y varios jóvenes ‘milennials’ que se reunieron frente al Monumento de la Revolución chiflaron y gritaron “Obrador’’, en referencia al candidato de izquierdas Andrés Manuel López Obrador.
Los organizadores volvieron a echarle aire y la pantalla destartalada se levantó para que comenzara una de las pocas reuniones y fiestas políticas públicas en toda la capital mexicana, bajo a lluvia. Aunque a diferencia de los partidos de futbol, el debate no levantó a las mismas pasiones en restaurantes ni en bares.
La mayoría de los jóvenes presentes eran partidarios de AMLO, dado el perfil de la convocatoria en redes y así respondieron con abucheos cada vez que Ricardo Anaya, de Por México al Frente; José Antonio Meade, de Todos por México y los independientes: Jaime Rodriguez, “El Bronco”, y Margarita Zavala tomaban la palabra.
“Todos quieren atacar a Andrés Manuel y nosotros lo vamos a defender’’, dijo Marcela Ramirez, de 26 años, estudiantes de ciencia política y administración urbana cuya filiación se debe a que su carrera profesional la hizo gracias a las universidades públicas que fundó ‘El Peje’, como llaman a López Obrador. “Ahí no hacíamos examen y entré directo’’, recuerda.
Jaime Rodriguez reprochó en la pantalla que AMLO quiere regalar “del dinero de los trabajadores’’.
—Cállate pendejo— le gritó un hombre entre el público del Monumento a la Revolución.
“López Obrador recoge las peores expresiones de corrupción a aliarse con lo más corruptos que ha tenido México”, soltó Meade. “Culero”, se escuchó. “Tengo tres hijitos y no quiero que sigan en la inseguridad, no podemos seguir con las pistolitas, debemos enfocarnos en la inteligencia…’’, respondió Anaya. “Ni los tienes aquí, los trajiste de EEUU nada más para la campaña”, gritaron los muchachos.
“Conmigo habrá deporte, cultura, educación, voy a enfrentar y desmantelar las bandas y fortalecer la Policía Federal’’, prometió Zavala. “Más grilletes, dijo uno de los asistentes’’, “Si no pudo tu esposo borracho’’, se escuchó bajo los paraguas de la calle.
Cuando llegó el turno de López Obrador. Llegaron los vitores, “ehhhh’’, “ehhh’’ y el ramalazo detrás de la pantalla: ¿Quiénes serán los beneficiados de la amnistía?, preguntó la moderadora en relación a una propuesta que soltó en Guerrero hace unos meses. ¿Los alcohones (chivatos)? ¿los sicarios? ¿los sembradores de amapola?.
—La amnistía no significa impunidad. Vamos a atender las causas, combatir la pobreza. Primero los pobres jóvenes, vamos a convocar hasta diciembre a expertos, incluso vamos a invitar el papa Francisco— dijo el candidato.
— Hace unos días hubo una masacre de siete policías en Guerrero, ¿con esos quiere sentarse a negociar?— cuestionó Anaya.
“Culero, chinga tu madre”. Más vítores y risas se escucharon de fondo y las voces que salían de la improvisada bocina se apagaron antes de pasar al tema clave de la próxima elección: la corrupción.
Carlos Gaytán, un estudiante de derecho de 25 años permaneció a callado. Los brazos cruzados. Estaba nervioso: toda su familia es de Izquierda, pero él todavía está indeciso. “Voy a decidir mi voto después de ver cómo se defiende López Obrador, a ver si es tan bueno como dicen, si me convence. Voy a esperar’’.
“Andrés Manuel tiene tres departamentos no declarados, ha hecho de Morena un partido familia, a sus hijos los contrata, a sus hermanos igual y eso se llama nepotismo’’, embistió Meade.
“Si estás obsesionado con el poder: después de la matanza del 68 te afiliaste al PRI porque era el partido del poder’’, acorraló Anaya. “Voy a someterme a la revocación de mandato’’, contrapone López Obrador. “Si no cumplo renuncio a la presidencia’’, respira El Bronco.
Israel Concha, fundador de la organización civil New Comienzos que brinda ayuda a los repatriados, esperó largo rato y casi en vano por alguna mención a los migrantes. En 2017 fueron repatriados casi 167,000 y muchos de ellos votarán por primera vez: son un voto a seducir y, sin embargo, sólo los mencionaron de paso Margarita Zavala y Jaime Rodriguez para decir que “cuando regresan nos los fregamos’’, “hagamos que los migrantes crean otra vez en la política y “deberían hacerles un monumento’.
“Tenemos sentimientos encontrados, ¿para qué queremos un monumento?, lo que queremos es ayuda concreta’’, dijo Concha. “Ahora sólo tenemos promesas, para revalidar las materias y el idioma inglés , para abrir negocios, para sobrevivir aquí’’.
Junto a Concha, Jorge Antonio Niño de Rivera, repatridado hace dos meses desde fresno parece consternado: “no se entendieron las propuestas, no fueron claros y en el debate todos se hicieron bolas en ataques y contraataques: fue muy extraño escucharlos: los debates allá son más sencillos’’.
El debate terminó a las 10:00 de la noche. Los primeros rumores daban victoria a Anaya y a los jóvenes del Monumento a la Revolución no les gustó. “La corrupción ha venido de todos los partidos políticos y todos han gastado, incluyendo López Obrador que ha venido gastando much0 y mucho dinero para sus campañas‘‘, dicen los análisis en las primeras mesas de debate en la televisión.
Por ello se quedaron esos jóvenes se quedaron frente a la pantalla. ¿Qué sigue?¿Qué locura es esa de mocharle la mano a los delincuentes que prometió El Bronco “literalmente’’? Urge informar a la población, hacerle ver que López Obrador no es tan malo como parece, cuchichean.