15 discursos de los candidatos para ganar el voto del morbo

MEXICO.-  El candidato independiente Jaime Rodríguez “El Bronco’’ no se echó para atrás sobre sus dichos en el primer debate acerca de “mocharle las manos a quien robe’’; al contrario, después de la propuesta que le sumó16,000 seguidores en la red social Twitter se fue aún más lejos.

Hasta San Pedro Tlaquepaque, un municipio en Jalisco donde en octubre de 2016 una turba enfurecida cercenó el brazo a la altura de las muñecas a cinco hombres y una mujer a quienes dejaron desangrándose en una plaza de la colonia San Martín de las Flores con un letrero al costado “por rateros’’.

Y justo ahí, al amparo de los que piensan como él, El Bronco volvió a atizar el fuego aún a sabiendas que una provocación como la que iba a decir sería incostitucional y contraria a todos los compromisos que México ha firmado para garantizar los derechos humanos: “Necesitamos ser más duros y más estrictos con los políticos corruptos, por eso mi propuesta es mocharles las manos”.

Los escuchas estallaron en euforia, según documentó puntualmente la prensa local, como cada vez que un candidato capitaliza con palabras el enojo social de la impunidad — un problema que tiene un único remedio: el fortalecimiento del sistema de justicia— en cambio los discursos incendiarios distan de este remedio y apuestan por el morbo.

El Bronco ha sido en esta contienda el más visible: al tema de la mutilación se agregan otras ocurrencias como modificar la ley para que el maestro vuelva a “darles nalgadas a los chamacos’’; “sacar a los huevones del Gobierno Federal’’ o “militarizar las preparatorias para inculcar la disciplina y evitar que jóvenes se conviertan en criminales’’.

Pero no está solo, Andrés Manuel López Obrador, candidato de la alianza izquierdista Juntos Haremos Historia ha sido en muchos años un maestro en el arte de las ideas polémicas que le han generado enemigos pero también más seguidores.

Entre ellas destacan dos propuestas que comparte con Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente: aumentar el salario mínimo (aunque esto implicaría la fuga de empleos a Asia y Centroamérica); y una renta universal que saldría de los presupuesto público para toda la población por el hecho de ser mexicanos y que, según algunos analistas dejaría las arcas prácticamente en cero.

Por su cuenta, AMLO también ha propuesto quitar la pensión a los presidentes; frenar la construcción del Aeropuerto y, en un acto simbólico de campaña en  Guerrero — un estado que se desangra a causa de la violencia derivada del narcotráfico— prometió dar “amnistía’’ a los delincuentes como una medida para frenar la violencia en el país ante las críticas al combate a través de las armas.

“Las propuestas más polémicas de los candidatos son medidas para crear efectos emotivos en una población desesperada aunque saben que, si se implementaran serían negativas, contraproducentes y, en la mayoría de los casos, ilegales, pero que llaman la atención’’, observa el analista político Fernando D’ Worak.

“Un ejemplo muy concreto lo vemos recientemente con el PRI que prácticamente no existe en la capital mexicana, pero necesita votos para mantenerse vigente por lo cual su candidato (a la gubernatura, Mikel Arreola) recurre a narrativas que quiere oír cierto sector inconforme con algunas medidas que han tomado los gobiernos de la izquierda’’.

A lo largo de su campaña, Arreola ha apostado a un sector conservador de la capital mexicana que durante años se opone a los matrimonios gay y al aborto con abiertos discursos que han levantado el enojo de grupos liberales, por un lado, pero muchos aplausos de otros con no poco peso como la Iglesia Católica.

“Los candidatos no creen en esas propuestas polémicas, absurdas y poco viables, pero las lanzan porque saben su efecto: se llama propaganda sentimental’’.