El volcán Kilauea de Hawái entra en erupción, creando una nube de ceniza de 30,000 pies de altura
Desde que el volcán estalló por primera vez el 3 de mayo, la pesadilla ha sido constante
Una erupción de la cumbre del volcán Kilauea ha arrojado ceniza y humo la mañana del jueves en Hawái. El Observatorio del Volcán de Hawai espera que la nube de cenizas resultante cubra el área circundante
La nube volcánica alcanzó los 30,000 pies de altura, dijo el Servicio Geológico de Estados Unidos, o sea, sólo algo por debajo de la altitud de crucero de un avión.
“En cualquier momento, la actividad puede volverse más explosiva, aumentando la intensidad de la producción de ceniza y produciendo proyectiles balísticos cerca del respiradero”, dijo el USGS, afirmando que los impactos se limitarán a un área alrededor de Halemaumau, el cráter dentro de la caldera de la cumbre de Kilauea.
Se pide a los residentes cercanos que busquen refugio si están en el camino de la nube de cenizas, la cual el viento está llevando al noreste del volcán. Además, se advierte que las condiciones de conducción pueden ser peligrosas, con lo que se aconseja no hacerlo.
La erupción del jueves forma parte de una serie de actividades volcánicas sufridas por Hawái desde que el volcán estalló por primera vez el 3 de mayo. Las explosiones recientes han sido impulsadas por el vapor, que tiene lugar cuando el agua debajo del suelo o en la superficie es calentada por magma, lava, rocas calientes o nuevos depósitos volcánicos.
El miércoles, una nube de ceniza se elevó aproximadamente a 12,000 pies en el aire, pero el USGS emitió el martes una alerta roja, lo que significa que una erupción mayor es inminente o está en curso y las cenizas podrían afectar el tráfico aéreo. No está claro si el jueves fue una erupción freática, que los funcionarios del USGS han estado diciendo que es capaz de enviar penachos de cenizas a 12 millas de la cumbre.
El lago de lava en el cráter ha estado cayendo desde el 2 de mayo, lo que aumenta las posibilidades de una explosión freática, pero será difícil advertir a los residentes porque las erupciones freáticas son “notoriamente difíciles de pronosticar y pueden ocurrir con poca o ninguna advertencia”, según explicó la geóloga del Observatorio Volcánico de Hawái, Janet Babb.
Aunque las cenizas lanzadas al cielo no son venenosas, los funcionarios del condado de Hawái han advertido a los residentes sobre el dióxido de azufre tóxico que se filtra desde las 21 fisuras causadas por el volcán.
La Agencia de Defensa Civil del condado advierte que “pueden existir condiciones severas como asfixia e inhabilidad para respirar: esta es una situación grave que afecta a toda la población expuesta“.