Se anuncian medidas de seguridad para Baxter Street, una de las calles más empinadas de L.A.

La inclinación de Baxter Street, en Echo Park, la vuelve peligrosa, desencadenando accidentes habituales donde los autos se estrellan contra las vallas y jardines. Hasta los camiones de bomberos y autobuses se quedan a menudo atascados en ella.

Por suerte, la que sigue siendo una de las zonas más empinadas de Los Ángeles va a disfrutar de unos necesarios retoques de seguridad. Así, los funcionarios de transporte de Los Ángeles anunciaron varios cambios el viernes a la famosa calle y otros cercanas para mitigar lo que llamaron “una gran preocupación de seguridad para los residentes, el acceso de vehículos de emergencia y los que usan la carretera”.

Un 33 % de pendiente convierte a esta calle en la tercera más empinado de Los Ángeles; la décima, de la nación. En los últimos años, las aplicaciones de navegación han dirigido a más conductores a Baxter Street para evitar embotellamientos a lo largo de la cercana Glendale Boulevard, lo que llevó a un vecino a pedir que la calle fuera eliminara como atajo debido a los peligros que conlleva para quien no estaba familiarizado con ella.

Los cambios son:

• Baxter Street entre Allesandro Street y North Alvarado Street se convertirá en una calle de sentido único hacia el oeste.
• Baxter Street, entre North Alvarado Street y Lake Shore Avenue, se convertirá en una calle de sentido único hacia el este.
• Fargo Street entre Allesandro Street y North Alvarado Street, se convertirá en una calle de sentido único hacia el oeste.
• Cove Avenue entre Cerro Gordo Street y Lake Shore Avenue, se convertirá en una calle de sentido único hacia el este.
• Se agregarán dos señales de stop a Lake Shore Avenue en Baxter Street, haciendo que la intersección sea una parada de cuatro vías.
• Los giros a la derecha estarán restringidos desde Alvarado Street a Baxter Street entre las 4 p.m. y 7 p.m. de lunes a viernes.
• Se instalarán letreros temporales de no estacionamiento en el área como precaución de seguridad a partir de las 8 a.m. del martes.

La decisiónproviene de dos encuentros entre el concejal Mitch O’Farrell y el Departamento de Transporte de L.A., aunque los verdaderos artífices han sido los vecinos, cuyas quejas y súplicas por fin han sido escuchadas.