“Si regreso me matan”: indocumentado se niega a abordar avión y ICE no lo puede deportar
La aerolínea se negó a llevar al indocumentado en contra de su voluntad
Un inmigrante a punto de ser deportado por agentes de ICE se negó a abordar el vuelo que lo devolvería de vuelta a su país natal, logrando lo imposible, detener su deportación así sea de manera temporal.
Un mes antes, Prince Gbohoutou, un inmigrante procedente de la República de Africa Central y un solicitante de asilo recién casado, había ido a una cita de USCIS en Baltimore con la esperanza de obtener un permiso de trabajo. Sin embargo el joven de 26 años fue detenido frente a su esposa estadounidense y le dijeron que estaba siendo deportado, informó el Washington Post.
Este 24 de mayo al llegar en una van junto a agentes de ICE al aeropuerto JFK en Nueva York para abordar un vuelo rumbo a su país Gbohoutou se aferró a su silla y forcejeó todo el camino hasta lograr su cometido.
Gbohoutou, con las manos esposadas, dijo que no lo deporataran. “Si regreso me matan” gritó, pues tenía miedo de regresar a su país, donde su madre había sido asesinada.
Por su parte ante el escándalo del indocumentado la aerolínea se negó a llevar al pasajero de forma involuntaria, forzando a ICE a devolverlo, al menos temporalmente, a su celda.
Justine W. Whelan, vocera de ICE, dijo en un comunicado que “todas las denuncias de abuso físico y maltrato por parte de los oficiales de ICE en este caso son evidentemente falsas”.
Ella le dijo al diario capitalino que un juez de inmigración ordenó que Gbohoutou fuera deportado hace siete años, su apelación fue denegada, y era el “deber de la agencia ejecutar esa orden final”.
Pero la historia de Gbohoutou, incluida la dramática escena del aeropuerto esta semana, ha desatado una nueva campaña para permitirle permanecer en los Estados Unidos, donde llegó legalmente cuando era niño y donde ha pasado la mayoría de su vida.
El senador demócrata por el estado de Maryland, Chris Van Hollen se ha convertido en un defensor de Gbohoutou, diciendo que es “parte de nuestra comunidad” y que podría estar en “peligro inminente” si es deportado.
Van Hollen dijo que contactó a funcionarios de ICE y del Departamento de Seguridad Nacional, advirtiéndoles que su deportación sería “injusta”.
“Si regreso me matan”, volvió a reiterar Gbohoutou en una entrevista telefónica este sábado desde un centro de detención de ICE en Frederick, Maryland. “Solo espero que algunas personas encuentren en sus corazones y me dejen quedar”.
Gbohoutou llegó legalmente a Estados Unidos en 2006 cuando tenía 14 años para reunirse a su padre que trabajaba para el embajador de su país en Washington.
Su madre se quedó en la República de África Central, uno de los países más pobres del mundo afectado por violentos conflictos religiosos y civiles.
Cuando la situación empeoró en su país, su padre solicitó asilo político, incluido el de su hijo. Pero la aplicación fue rechazada. Cuando su apelación también fue denegada, su padre pensó que era mejor permanecer en los Estados Unidos ilegalmente que regresar.
Su padre murió unas semanas más tarde. Por su parte Gbohoutou fue arrestado en 2011, cuando tenía 19 años, acusado de robar en un centro comercial pero los cargos fueron retirados informó el Washington Post.
En 2014, Gbohoutou fue detenido por ICE durante aproximadamente seis meses. Sin embargo su abogado dijo que no estaba claro por qué su cliente estaba detenido, pero podría haber estado relacionado con el cargo de hurto.
Desde entonces, se le ha exigido al inmigrante africano que se reporte con ICE periódicamente. A pesar de las preocupaciones sobre la nueva administración, sus primeros chequeos con ICE durante el mandato del presidente Trump no tuvieron ningún problema.
Gbohoutou ahora espera desde su celda un milagro que le permita permancer en EEUU y así poder lograr su sueño de convertirse en arquitecto y formar una familia.
“No soy una mala persona”, dijo, pero agregó que si ICE intenta deportarlo nuevamente, “todavía no subiré al avión”.