El curioso apego de un perro a un ladrillo
A día de hoy los dueños de este perro no saben por qué motivo le tiene tanto cariño al ladrillo
Esta es Ariana Smoak y su adorado perro, Sunny.
Aunque sea inexplicable, el mejor amigo del perro es un ladrillo.
Ariana rescató a Sunny el año pasado de la calle. Estaba cubierto de pulgas.
Cuando ella lo trajo a casa, le gustó un ladrillo que había colocado en una alfombra para evitar que se rizara. Lo que no podía esperar es que el perro se encariñara con ese objeto.
Ahora debe permanecer allí para siempre.
Al ser un cachorro en pleno crecimiento necesitaba morder y chupar, el ladrillo cumplía con ese objetivo. Sin embargo, los otros perros de la familia no desarrollaron jamás interés alguno por el ladrillo, según informó Ariana a BuzzFeed.
Esta es una de las imágenes más entrañables que hemos visto.