Columna: ¿Hombres o payasos? La lección de los polacos que algunos fans mexicanos necesitan aprender

Los que aún gritan “¡…uto!” deben ser mejores... Si tan sólo hubieran podido ver la ceremonia de los himnos de Polonia y Senegal

Una seguidora polaca durante el partido Polonia-Senegal en Rusia 2018.

Una seguidora polaca durante el partido Polonia-Senegal en Rusia 2018. Crédito: Getty Images

Moscú.- ¿Somos hombres o payasos? Esa es una pregunta-frase que queda bien con el tema de los aficionados mexicanos que aún gritan “¡…uto!” cuando el portero rival del Tricolor realiza un despeje.

Estuve en el estadio el domingo y si el famoso grito no se escuchó con mayor frecuencia y volumen durante el partido entre alemanes y mexicanos fue porque el arquero Manuel Neuer casi siempre salió con pases cortos o de manos.

El porqué algunos fans tricolores se resisten a claudicar a la siempre grosera e incorrecta expresión puede tener por respuestas la terquedad, el desafío a las reglas y sin duda la estupidez, y no importa que esos fans no tengan por real intención enviar un mensaje discriminatorio.

A estas alturas el grito ya ni siquiera puede ser considerado divertido –algunos dirán que alguna vez lo fue– y les da mala imagen a los aficionados mexicanos, lo cual es injusto porque la gran mayoría de ellos se saben comportar.

“Evitémonos gritar eso, apoyemos de diferente manera, cantando el Cielito Lindo… gritando México al cien por ciento, para que se abstengan de gritar eso que tanto nos afecta, hay que evitarnos ese castigo”, dijo ayer el volante tricolor Marco Fabián de la Mora a los reporteros.

El tema del grito está muy presente alrededor del Mundial. Se esperaba el anuncio oficial de una nueva multa de la FIFA a la Federación Mexicana de Fútbol, y más que eso, el asunto le quita algo de brillo al hecho de que el Tri es tal vez la mejor historia de la primera ronda de partidos jugados en Rusia. Por donde camina un aficionado mexicano hay alguien de otra nacionalidad felicitándolo y en algunos casos requiriéndole un selfie por la victoria sobre los campeones mundiales.

No se debe de olvidar que la FIFA informó desde el año pasado que el árbitro tiene la facultad de detener un partido si se presentan gritos considerados homófobos para proceder a hacer una llamada de atención mediante el sonido local, lo cual sería bochornoso. Pero si las expresiones de los fans persisten, el juez puede decidir suspender el juego. Lo que siguiera a partir de ahí no puede tener nada de bueno.

Los aficionados que aún gritan “¡…uto!” pueden y deben ser mejores. Si tan sólo hubieran podido ver la ceremonia de los himnos nacionales antes del partido entre Polonia y Senegal en el Estadio Spartak…

[jwplayer]fUhAhTKy[/jwplayer]

Desde el comienzo del himno senegalés, los miles y miles de fans polacos situados en una de las cabeceras empezaron a aplaudir. Fue su manera de demostrar respeto por el oponente en un gesto de gran honor y una imagen fraternal, ejemplar e imborrable.

Estos siete seguidores senegaleses causaron sensación.
Estos siete seguidores senegaleses causaron sensación.

La afición mexicana es especial, como la de otros países, por su lealtad, entrega y creatividad. Enfrente de mí, donde un grupo de senegaleses apoyaban a su selección, llegó un joven mexicano. Él empezó a gritar con ellos “¡Se-ne-gal, Se-ne-gal!”… Un momento después ya tenía a los fans africanos gritando a su ritmo: “¡Mé-xi-co, Mé-xi-co!”

Ése es un verdadero fan, no los otros payasos. Y no me refiero por “payasos” a los siete fans de Senegal semivestidos ayer de forma multicolor, con pantalones de bombachos, sombreros de militares y con las letras de su país en el pecho descubierto y pintado de blanco, causando sensación por su gracia en la tribuna y más tarde entreteniendo a chicos y grandes afuera del estadio.

De los buenos aficionados del deporte hay que aprender.

En esta nota

El Tri FIFA Polonia Rusia 2018 seleccion mexicana Senegal
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain