Editorial: Hay mucho en juego en la Corte Suprema
La Corte Suprema está en riego de perder su equilibrio
La designación del juez Brett Kavanaugh a la Suprema Corte de Justicia altera el equilibrio que por décadas mantuvo el Alto Tribunal para volcarlo decididamente al lado conservador. El presidente Donald Trump cumple con quienes lo votaron. Para la mayoría de los estadounidenses que votó por su rival es un momento lleno de tristeza y frustración.
Kavanaugh es un abogado con una larga historia de participar en defensa de las causas republicanas más controversiales.
Trabajó con el fiscal especial Ken Starr, siendo uno de los redactores del juicio político al expresidente Bill Clinton, con la oposición a que el niño cubano Elián González sea devuelto a su padre, en la disputa electoral del 2000 en que la Suprema Corte ayudó al candidato George W. Bush y ya siendo presidente, trabajó para él en la Casa Blanca.
Hoy el nominado con ese antecedente y más de 300 opiniones en su gran mayoría conservadoras es el candidato que intentará demostrar una cierta independencia judicial como para juzgar los hechos individualmente.
El candidato Donald Trump conquistó el respaldo conservador cuando se comprometió a elegir a los jueces de la Suprema de Justicia de la lista presentada por organizaciones y fundaciones ultraconservadoras. Primero con la designación del juez Neil Gorsuch y ahora con Kavanaugh, cumple con esa expectativa.
El Presidente no es un ideólogo político ni legal. Conociendo que la prioridad principal de Trump es Trump, no es difícil imaginar que a la hora de elegir entre los candidatos finalistas haya pesado en favor de Kavanaugh el mantener en alta consideración al poder ejecutivo.
Kavanaugh en 2009 escribió que “la acusación formal y el juicio a un Presidente en funciones dañaría al gobierno federal” y perjudicaría su “credibilidad” nacional e internacional. Sin lugar a dudas, este punto de vista en la Suprema Corte de Justicia será muy útil para Trump en el caso de que prospere el caso del investigador federal Robert Mueller contra el Presidente.
La confirmación de Kavanaugh perjudica a los consumidores por su oposición a las funciones reguladoras de las agencias federales y su respaldo al gran sector privado.
Había candidatos que eran más hostiles al derecho del mujer para terminar su embarazo. No obstante Kavanaugh es una amenaza real a la decisión Roe vs. Wade que permitió el aborto.
Ahora es el turno del Senado de confirmar la nominación. Las alternativas demócratas son limitadas cuando los republicanos mantienen una mayoría en la práctica de 50-49 (con el senador John McCain enfermo). Es posible demorar el proceso, hay muchas opiniones legales para revisar y estirar los tiempos con la esperanza de una deserción republicana.
En juego está el futuro de las leyes que rigen la sociedad estadounidense.