Nueva Constitución cubana elimina el término comunismo y se abre a las bodas gay
Concluye el debate y se abren tres meses de consulta popular
LA HABANA – La Asamblea Nacional de Cuba (Parlamento unicameral) concluyó dos días de debates sobre el anteproyecto de reforma de la Constitución, cuyo contenido será sometido a consulta popular entre los próximos 13 de agosto y 15 de noviembre.
Antes, se incorporarán al texto las modificaciones aprobadas durante el debate parlamentario, y no es descartable que tras la consulta popular se puedan introducir nuevas variaciones al anteproyecto de Carta Magna, que finalmente deberá ser aprobado en referendo en una fecha aún por anunciar.
Entre las novedades más destacadas del proyecto de reforma de la Constitución cubana, cuyo texto actual data de 1976, se encuentran la eliminación de las referencias al comunismo, el reconocimiento de la propiedad privada, la institución de un primer ministro y la modificación de la definición de matrimonio, lo que abre las puertas a los enlaces homosexuales.
Estaba previsto que el pleno parlamentario -retransmitido en diferido y sin acceso para la prensa extranjera- se prolongara hasta mañana lunes, cuando también se esperaba el discurso de cierre del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, que finalmente pronunció este domingo.
Durante los tres meses de consulta popular, los ciudadanos podrán expresar sus criterios y sugerir cambios al documento, y concluida esta etapa “cada opinión y propuesta será valorada por la Comisión para la Reforma Constitucional”, según la documentación sobre el proceso difundida por la Asamblea cubana.
A continuación, el proyecto actualizado volverá a la Asamblea, donde será discutido una vez más y sometido a aprobación, tras lo cual el Consejo de Estado convocará a referendo para que la población se pronuncie mediante voto directo y secreto.
Con esta reforma, que modifica 113 artículos, añade 87 y elimina 11 respecto a la actual Carta Magna, el Gobierno cubano también quiere dar rango constitucional a las reformas impulsadas por el expresidente Raúl Castro (2008-2018) para abrir la economía cubana, atraer inversión extranjera y permitir un -aún limitado y muy controlado- desarrollo del sector privado.
Fue precisamente el menor de los Castro quien anunció en abril pasado, cuando traspasó la jefatura del Estado a Díaz-Canel, que la reforma constitucional era inminente, y también ha sido él quien ha estado al frente de la Comisión que en menos de tres meses ha elaborado el primer borrador.
Raúl Castro, que seguirá al frente del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) hasta 2021 y aún es diputado por Santiago, no pronunció discurso en el pleno de los dos últimos días, aunque estuvo presente en todo momento y ayer sábado incluso llamó a capítulo a los más de 600 diputados para que no se perdieran en disquisiciones y agilizaran el debate.
“A lo que más tiempo tendremos que dedicar será a analizar todas las opiniones de los millones de cubanos que participarán en el proceso de consulta popular”, dijo.
La actual Constitución ha sufrido reformas parciales en tres ocasiones: en 1978, en 1992 y en 2002, cuando se plasmó en el texto el carácter “irrevocable” del socialismo en el país caribeño.