Tarjetas prepagadas

Las tarjetas prepagadas, formalmente conocidas como “tarjetas recargables de uso general”, han ganado rápidamente un lugar en las billeteras de los estadounidenses y han mejorado en los últimos años. Funcionan de manera similar a las tarjetas de débito bancarias, excepto que no hay una cuenta corriente asociada con la tarjeta. En cambio, el dinero debe ser “cargado” o agregado en la tarjeta antes de poder utilizarlo.

En 2016, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor [Consumer Financial Protection Bureau, CFPB] emitió protecciones al consumidor para tarjetas prepagadas programadas para entrar en vigencia en abril de 2019. Pero, hasta entonces, los emisores de estas tarjetas no están obligados a ofrecer a los consumidores acceso gratuito a la información de la cuenta, la divulgación de tarifas y la protección contra pérdidas y transacciones no autorizadas. La regla de la CFPB se debió, en parte, al trabajo de defensa de Consumer Reports, que ha estado ejerciendo presión para proteger al consumidor de tarjetas prepagadas durante la última década.

Sin embargo, muchas tarjetas ya ofrecen tales protecciones de manera voluntaria. Y todas están aseguradas por la FDIC hasta por $250,000 si la institución financiera que proporciona la tarjeta no cumple, la tarjeta prepagada se registra con el emisor de la tarjeta y si se cumplen los requisitos específicos de seguro de depósito.

Las tarjetas prepagadas están creciendo en popularidad. Los estadounidenses gastaron $557 miles de millones, que representan el 9% de todas las compras con tarjetas de pago realizadas en comercios en 2016, el último año para el que hay información disponible, de acuerdo con el boletín The Nilson Report.

Factores que hay que considerar

Si estás pensando en obtener una tarjeta prepagada, piensa en tus opciones antes de comprar una. A continuación te mostramos lo que tienes que tener en cuenta:

¿Necesitas una tarjeta prepagada? Si no deseas abrir una cuenta de cheques, tal vez por los requisitos de saldo mínimo o las tarifas, puedes utilizar una tarjeta prepagada como alternativa.

También puede ayudarte a mantenerte dentro del presupuesto. Puedes tener una tarjeta, por ejemplo, solo para comprar gasolina, otra para mantener tu gasto de café bajo control, y una tercera, tal vez, para compras navideñas.

Y hay otros usos inteligentes para las tarjetas prepagadas, como enseñarles a los adolescentes y a los más pequeños cómo administrar el dinero y proteger a las personas mayores de las estafas. También puede ser una mejor forma de dar dinero, en lugar de una tarjeta de regalo, ya que su aceptación es más amplia y ofrece mejores protecciones de responsabilidad en caso de pérdida.

¿Dónde debes comprar una tarjeta prepagada? Están disponibles en muchas tiendas o por Internet. Verás tarjetas con nombres de marcas atractivas pero desconocidas, así como tarjetas de bancos tradicionales, incluidos BB&T, Chase y U.S. Bank. Nuestra recomendación es considerar tarjetas como American Express-Walmart Bluebird, Chase Liquid Visa y Green Dot Prepaid Visa.

¿Cuáles son las tarifas, términos y condiciones? Consulta esto porque difieren drásticamente según el proveedor. Pueden ser difíciles de comparar porque no todos los emisores de tarjetas prepagadas usan los mismos términos.

Otro problema: los consumidores pueden tener dificultades para comparar las tarifas mensuales entre las tarjetas. Si bien la mayoría de las tarjetas brindan al menos una forma gratuita de cargar dinero en una tarjeta, algunas pueden requerir que el usuario pague una tarifa de recarga por terceros. Pero puede ser difícil saber con qué frecuencia necesitarás volver a cargar la tarjeta, especialmente antes de comenzar a usarla.

Entre las tarifas para comparar, si estás considerando adquirir una tarjeta prepagada:

• Tarifas de compra
• Cargos mensuales
• Tarifas de transacción en el punto de venta
• Tarifas de extracción de efectivo en cajeros automáticos
• Tarifas de consulta de saldo
• Tarifas para recibir un estado de cuenta en papel
• Tarifa por declinación de transacciones en cajeros automáticos
• Tarifas para agregar o “cargar” fondos
• Tarifas de latencia por no usar la tarjeta
• Tarifas para recuperar los fondos restantes al cerrar la cuenta
• Cargos por sobregiro

¿Cómo se carga dinero en la tarjeta prepaga? Es fácil. Simplemente debes darle dinero en efectivo a un empleado de una tienda minorista o banco participante, y se acreditará en tu tarjeta prepagada. También puedes arreglar que el dinero sea depositado automáticamente por tu empleador a través de los servicios de depósito directo. O puedes usar tu dispositivo móvil para tomar una foto de un cheque y agregar ese dinero a tu tarjeta.

¿Es fácil hacer compras usando la tarjeta prepagada? El proceso es similar al uso de una tarjeta de débito: la usas de la misma manera en una tienda cuando realizas una compra y puedes usarla para pagos en línea. Dependiendo de la tarjeta que elijas, esta puede ofrecer otros servicios, como pago de facturas en línea, escritura de cheques (aunque esto no es común) y retiros de efectivo gratuitos en cajeros automáticos de la red. (Asegúrate de averiguar qué cajeros automáticos se consideran dentro de la red).

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