Editorial: Defendemos la libertad de prensa
Los periódicos de la cadena Impremedia se suman a la campaña del Boston Globe para dejar claro que la prensa independiente es vital
La libertad de expresión es el pilar de los pueblos libres. La capacidad de estar bien informado es la base de una democracia sana. Un periodismo fuerte e independiente es necesario para que una ciudadanía participativa pueda tomar decisiones para bien de la comunidad.
Es necesario en este momento reafirmar la misión de los comunicadores y su compromiso de no claudicar ante las intimidaciones de la Casa Blanca. La hostilidad hacia los reporteros, la estrategia de mentiras y contradicciones sirven para crear una confusión que capaz de crear una duda para todo. El antagonismo verbal contra los periodistas es diario.
Los latinoamericanos conocen bien en carne propia lo que significa la erosión del periodismo, la intimidación a los reporteros, la autocensura, la ambición desmedida de la casa presidencial. Se dice que en los Estados Unidos “esas cosas no ocurren”, aunque es fácil identificar que el problema es serio cuando el Presidente declara que los medios de comunicación son el “enemigo del pueblo”.
Los inmigrantes son los chivos expiatorios de una parte de la desinformación. La respuesta es hacerse ciudadano, registrarse para votar e ir a la urna. El acceso a información es básico para la participación política.
Es irónico que en los momentos que más se necesita la información para comprender la realidad, más precaria es la situación de los medios de comunicación.
La prensa escrita pasa por una crisis profunda que llevó al cierre de cientos de publicaciones y a la drástica reducción de personal que perjudica la cobertura. Es urgente hoy que la ciudadanía respalde los medios para que puedan hacer su labor, se suscriba y compre su producto. La información tiene un costo producirla.
Los fundadores de la Patria reconocieron la importancia de la prensa para una democracia al establecer su libertad en la Primera Enmienda. Sin abundancia de fuentes informativas independientes no se logra tampoco la libertad de expresión que también menciona la enmienda.
El éxito de la democracia está basada en un electorado suficientemente bien informado como para tomar decisiones que lo beneficien a él, a su familia y a su comunidad. Para eso se necesita fuentes de información cuyo compromiso sea reportar los hechos tal como ocurren. Después viene el contexto, el análisis y las opiniones. Lo que no debe faltar nunca es el retrato de los hechos.
Al periodismo se le llama el Cuarto Poder porque su misión es vigilar que el Ejecutivo no abuse del poder, que los intereses creados no dominen al Legislativo y denunciar las injusticias decididas por el Judicial.
El periodismo es un recurso del individuo común para poder comprender cómo actúan sus elegidos. La reportería es el ojo de la comunidad. La pregunta que le exige al poder una explicación son las palabras de la gente que demandan una respuesta.
La vocación del periodismo es servir reportando. Estar bien informado es la mejor defensa de la democracia.