Josué Alvarado busca el apoyo de los salvadoreños en EEUU para ganar la presidencia en 2019

El empresario fue elegido candidato presidencial en unas elecciones internas de “Vamos” el pasado 8 de julio, y su campaña electoral arrancará formalmente el mes próximo.

El empresario y candidato presidencial salvadoreño, Josué Alvarado.

El empresario y candidato presidencial salvadoreño, Josué Alvarado. Crédito: Suministrada

WASHINGTON — El empresario salvadoreño Josué Alvarado, afirmó este martes que los salvadoreños están “hartos de la clase política” en su país y si, gana la presidencia en 2019, buscará forjar una mejor relación con EEUU y fomentar oportunidades que reduzcan la emigración ilegal hacia el Norte.

Alvarado, conocido por el éxito de la marca “Río Grande”, es titular del nuevo partido “Vamos” y, aunque figura en último lugar en las encuestas en El Salvador, confía en que conseguirá el apoyo de los votantes conforme vayan conociendo su plataforma de gobierno.

En entrevista hoy con este diario, Alvarado aseguró que, contrario a los demás partidos políticos, el suyo sí conoce las necesidades de los salvadoreños radicados en EEUU y trabajaría para mejorar las relaciones con ellos, especialmente porque muchos perderán su “Estatus de Protección Temporal” (TPS) en 2019.

“En primer lugar, haríamos una mejor relación con EEUU, y estaríamos trabajando en pro,  en beneficio de todos aquellos que están viviendo aquí… que el gobierno genere las condiciones para que regresen y sea un facilitador para aquellos que quieran reincorporarse, poner su empresa o vivir su retiro”, explicó Alvarado.

Otra de sus prioridades de gobierno será mejorar y fortalecer las relaciones con EEUU y, en ese sentido, su partido ha comenzado a hacer gestiones de acercamiento con ambas cámaras del Congreso y gobernadores, especialmente en estados con alta concentración de inmigrantes salvadoreños.

El compromiso de su partido es propiciar “la mejor salida al problema migratorio”, y ayudar a quienes se vean obligados a regresar a El Salvador una vez que pierdan el TPS.

Consciente de que muchos salvadoreños continúan emigrando ilegalmente por la violencia y la falta de empleos debido a una merma en las inversiones por la inestabilidad política del país, Alvarado afirmó que su partido quiere “despolitizar el problema de la violencia y tomarlo con seriedad desde el primer día”.

“Es un flagelo que está llevando luto todos los días a madres y a padres e incluso familiares que están viviendo aquí”, señaló Alvarado, cuyo partido rendirá cuentas la próxima semana sobre su financiamiento.

El Salvador, junto con Honduras y Guatemala conforman el llamado “Triángulo del Norte” que registra tasas de homicidios similares a las de zonas de guerra, y ha obligado a un éxodo de centenares de miles de personas.

Con 6,5 millones de habitantes, El Salvador tuvo en 2017 una tasa de homicidios de 60 por cada 100.000 habitantes, una mejora sobre la tasa de 81,7 y de 103, por cada 100,000 personas, en 2016 y 2015, respectivamente.

Muchos de los homicidios –en 2017 totalizaron casi 4,000- son cometidos por miembros de pandillas o “maras”, que poseen más de 600 células y han logrado el control de varias zonas en el país centroamericano.

En el primer trimestre de 2018, las autoridades registraron 939 muertes violentas, 116 más que el mismo periodo en 2017, según datos de la policía salvadoreña.

Alvarado considera que los salvadoreños buscan alternativas a los partidos tradicionales de izquierda o derecha porque, a su juicio, ninguno ha logrado avanzar en los temas más acuciantes de El Salvador, como la escasez de oportunidades económicas o la galopante violencia de las pandillas.

Alvarado describió su partido como uno de corte centrista. El partido, lanzado en noviembre de 2017, lleva como lema electoral “menos palabras, más acciones”.

Su partido “es el único sin pasado”, nació de la diáspora y de salvadoreños en su país y, según las encuestas, su nivel de aceptación oscila entre menos del uno por ciento a hasta 2,3%. Alvarado consideró que eso le da ventaja en un país donde los partidos nuevos tardan años para llegar al uno por ciento.

Las  últimas encuestas de opinión consolidan a Nayib Bukele, al frente de la alianza formada por Nuevas Ideas y GANA, como ganador en primera vuelta para los comicios presidenciales en 2019, seguido por el partido de derecha ARENA, y en tercer lugar el izquierdista FMLN. El partido “Vamos”, queda en cuarto lugar.

Los demás partidos gozan de una mayor ventaja mediática, pero la población en general señala en encuestas que “no quieren que continúe el partido gobernante ni que vuelva al poder el partido de la derecha”, argumentó.

Alvarado señaló que Bukele, exalcalde de San Salvador por el FMLN, se ha sabido vender como alguien “en contra del sistema político”,  pero “termina siendo parte de un partido (GANA) que podríamos decir que de toda la clase política es el más corrupto”, y que además tiene el patrocinio del expresidente Antonio Saca, ahora bajo juicio por peculado.

El empresario fue elegido candidato presidencial en unas elecciones internas de “Vamos” el pasado 8 de julio, y su campaña electoral arrancará formalmente el mes próximo.

En el marco de un acercamiento con la diáspora salvadoreña en EEUU, donde viven poco más de dos millones de salvadoreños, Alvarado realizó una visita a Washington y el próximo jueves piensa reunirse con grupos comunitarios en Nueva York.  También prevé un viaje a Los Angeles (California) el mes próximo.


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