La verdad sobre el Muro Fronterizo que Trump quiere ignorar
Muro de Trump dañará aun más el ecosistema sin frenar inmigración ilegal
Un nuevo reporte sobre los desastrozos impactos ambientales del muro fronterizo de Donald Trump vuelven a validar la premisa de que el proyecto del presidente traería más impactos negativos que lo que haría en control migratorio.
Una coalición de organizaciones defensoras del medio ambiente y de los derechos civiles dieron a conocer hoy un reporte sobre el impacto negativo en las comunidades fronterizas y el medio ambiente de las dos últimas décadas de políticas de seguridad nacional.
El reporte de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y Sierra Club, crítico con la propuesta del Presidente Donald Trump de construir un muro fronterizo con México, advierte que el empeño será un “desperdicio” total de dinero.
También vaticina que el muro no frenará el flujo migratorio y en cambio afectará negativamente a las comunidades fronterizas y dañará el medioambiente, poniendo en grave riesgo a las especies autóctonas como el jaguar, el antílope y el lobo gris mexicano.
El reporte “Pasado, Presente y Futuro: Impactos de muros en la frontera EEUU-México” examina las dos últimas décadas de políticas de seguridad nacional, así como el “verdadero” impacto del muro fronterizo propuesto por el Presidente Donald Trump.
“Basándonos en el efecto negativo que el actual muro y las diferentes barreras existentes en la frontera han tenido, podemos predecir el impacto que tendrá la ampliación o la construcción de un nuevo muro“, dijo durante una conferencia de prensa telefónica Scott Nicol, autor del reporte y director del equipo de la frontera de Sierra Club, una organización medioambiental estadounidense fundada en California en 1892.
Nicol indicó que después de que el Congreso dio el poder al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en el 2005 de pasar por encima de leyes que protegen el medio ambiente para poder construir partes del muro fronterizo, se han destruido lugares ceremoniales de comunidades indígenas, así como se ha afectado el ecosistema de la demarcación.
En los últimos 25 años se construyeron secciones del muro, barreras y mallas fronterizas en aproximadamente 654 millas (1,052 kilómetros) a lo largo de la frontera con México.
De acuerdo con el análisis, el muro no ha hecho al país más seguro y sobre todo no ha reducido significativamente la inmigración indocumentada.
El reporte resalta que un muro fronterizo no detiene el incremento de familias inmigrantes centroamericanas que están llegando a los EE.UU a solicitar protección.
La gran mayoría de los inmigrantes se entrega voluntariamente a la Patrulla Fronteriza y no trata de escapar, o de lo contrario se presenta en los puertos de entrada.
“Sin embargo, la ampliación de un muro fronterizo causará un grave daño al medioambiente. A diferencia de lo que muchos creen, la zona fronteriza no es solo desierto y lagartijas, es un rico ecosistema donde habitan aproximadamente 93 especies que se encuentran en peligro”, comentó Randy Serraglio, representante de la organización Southwest Conservation durante la propia conferencia de prensa.
También el informe recordó las inundaciones registradas en la demarcación de Arizona en el 2008 y en el 2011, donde parte del muro fronterizo cedió debido a las fuertes lluvias.
El reporte se da a conocer cuando el Congreso se preparara para debatir sobre el presupuesto del próximo año. Se espera que nuevamente el Presidente Trump presione en la obtención de fondos para la construcción de un muro.
Astrid Domínguez, directora con ACLU del grupo Derechos de la Frontera, indicó que un muro fronterizo solamente incrementará las muertes.
“El muro fronterizo indirectamente contribuye a las muertes de inmigrantes, quienes deben cruzar por lugares más apartados. Vemos que aunque el flujo migratorio ha disminuido en los últimos años, el número de muertes continúa siendo muy alto”, sostuvo Domínguez.
El reporte indica además que la valla fronteriza ha tenido un duro impacto en las comunidades. Como ejemplo expuso varios casos de Texas, donde familias han visto cómo sus propiedades son prácticamente confiscadas por el gobierno federal para construir el muro.
El análisis concluye con un llamado para que el Congreso ponga un freno a más fondos para la construcción de un nuevo muro.
Actualmente se reparan partes del muro ya existente en California y Arizona.