Un sombrero al aire por ‘Canelo’ Álvarez
Golovkin no se lo esperaba, muchos aficionados y analistas tampoco, pero el pelirrojo mexicano hizo una pelea de gran campeón
LAS VEGAS, NV – Muchos vieron vencedor a Saúl Álvarez. Muchos vieron ganar a Gennady Golovkin. Y no fueron pocos quienes creyeron que era empate. “Canelo vs. GGG 2” fue una de esas peleas en las que el resultado, fuera cual fuera, no iba a dejar contentos a todos. La discusión estaba asegurada luego de otros 12 rounds de altura la noche del sábado en la Arena T-Mobile.
El mexicano recibió una decisión mayoritaria de los jueces con anotaciones de 114-114, 115-113 y 115-113, un veredicto aceptado por la esquina de Golovkin a diferencia de la decisión de empate de un año atrás en el mismo escenario.
“No me puedo quejar de la decisión, pero fue suficientemente cerrada para asegurar una tercera pelea”, dijo Abel Sánchez, el entrenador mexicano de Golovkin que intentó atormentar a “Canelo” durante meses tras el polémico empate de 2017 y, por supuesto, los dos exámenes antidopaje que el mexicano falló por clembuterol en febrero pasado. “Canelo hizo una gran pelea. No le vamos a restar méritos a Canelo”.
MIentras millones de aficionados trataban todavía de entender la victoria del pelirrojo, muchos de ellos contrariados por lo que consideraron un fallo injusto, fueron Golovkin, Sánchez y el promotor Tom Loeffler quienes concedieron; no necesariamente concedieron la derrota del kazajo, pero sí la gran demostración de Saúl Álvarez. Y eso dice mucho. Para ellos, al menos por ahora, lo hecho por el mexicano en el ring queda por encima de la discutida decisión.
“Canelo” lo logró parándose en el centro del ring contra un toro como “GGG”, el hombre que entre 2008 y 2017 hilvanó 23 victorias seguidas antes del límite y que el sábado subió al cuadrilátero con 20 defensas exitosas en fila del título mundial de peso mediano.
El mexicano lo hizo tirando más golpes que la primera vez, respondiendo con agallas cada vez que Golovkin parecía tomar el control, y aguantando con tremenda forma física un jab constante de su rival para luego conectar los mejores golpes de la noche, sobre todo con una mano izquierda de oro.
“Canelo” no dominó fácilmente la contienda como convenientemente afirmó su promotor Óscar de la Hoya, pero el colorado ganó sus buenos rounds, hizo cerrados algunos otros que en batallas anteriores hubiese cedido, y conectó golpes de calidad incluso en asaltos que fueron para Golovkin. El rostro del gran peleador kazajo al final así lo confirmaba.
Y lo más importante: Álvarez, a sus 28 años de edad, siguió creciendo como peleador, algo que no ha dejado de hacer en su carrera. Así como el tapatío sorprendió contra Miguel Cotto en noviembre de 2015 al enseñar más boxeo del que algunos le creían posible, y así como hace un año planteó una interesante pelea defensiva y de contragolpe ante “GGG”, este 15 de septiembre el popular tapatío volvió a reinventarse, ahora como fajador.
“Fue mi plan, quería buscar el nocaut, desgraciadamente no llegó, pero eso es lo que salí a buscar”, dijo Álvarez. “Estoy satisfecho con el trabajo que hicimos hoy. Estuvimos analizando la pelea y creo que esa era la vía para poder ganar”.
365 días de locura
La gesta no debe de subestimarse. En los pasados 365 días, “Canelo” pasó de ser afortunado beneficiario de una decisión de empate que bien pudo haber sido derrota, a boxeador acusado de no pelear con “estilo mexicano”, luego a presunto consumidor de sustancias prohibidas y ahora, a campeón del mundo otra vez.
“Fue una gran pelea”, dijo Golovkin (38-1-1), quien sufrió su primera derrota como profesional. Con categoría, el kazajo felicitó al hombre que le impidió imponer un nuevo récord de defensas exitosas consecutivas de los pesos medianos. “Felicidades Canelo, hoy es campeón. Voy a regresar, señores, voy a regresar”.
Álvarez (50-1-2) puso especial énfasis en darle crédito a su equipo de trabajo, especialmente a Eddy Reynoso.
“De no saber nada, a llegar a estas dimensiones en el boxeo”, reflexionó brevemente sobre su carrera. “Estoy muy orgulloso de estar con ellos, aparte de grandes entrenadores, son como familia para mí. Y yo sé que después de esto vamos a seguir avanzando, seguir aprendiendo, porque Eddy siempre se preocupa por seguir enseñándome cosas nuevas, y yo, como desde el primer día en el gimnasio”.
¿Tercera parte?
Una tercera pelea entre “Canelo” y “GGG” suena como una buena idea, pero el mexicano no se comprometió mucho en el tema, diciendo ambiguamente que si el público la quiere él la aceptaría. Dijo que su plan es pelear en diciembre y el canadiense David Lemieux ya se perfila como retador, sea en ese mes o más adelante. Pero primero, “Canelo” puede saborear el mejor triunfo de su carrera, el que necesitaba.
“Es muy importante para mí, mi carrera, mi país, estoy muy contento por eso, porque esto le va a dar mucho orgullo a mi país y a mi historia en el boxeo”, dijo en uno de los días más felices de su vida.