Una decisión de la Suprema Corte de México ayudará a deportados a pelear por sus hijos
La ley asegura los derechos de patria potestad a padres y madres aunque residan en diferentes países
MÉXICO – El 27 de mayo pasado fue el cumpleaños nueve de Alejandro, el hijo de Adrián Catalán, un mexicano deportado a quien su exmujer no le permite ni siquiera tener una videollamada con sus hijos. El repatriado marcó al teléfono de la madre para felicitarlo, pero sonó y sonó sin repuesta. “Tengo tanta impaciencia”, cuenta.
Catalán ha intentado de todo, excepto recurrir a una jurisprudencia dictada recientemente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que establece que, cuando uno de los padres sistemáticamente impida que sus hijos convivan con alguno de los progenitores, “es posible la modificación de la guarda y custodia” para que se logre así la convivencia.
Esto quiere decir que podrían quitarle la guarda a la exesposa de Adrián si éste pudiera tener una buena representación para una batalla legal internacional que, por ahora, no tiene, pero está buscando.
“La sentencia de la SCJN significa que un juez podría reclamar que el niño sea traído a México si alguno de los padres impide que el otro lo vea y exigir la patria potestad”, observó Juan Martín Pérez, presidente de la Red por los Derechos de la Infancia, que ve con buenos ojos esta medida.
“Se va a determinar caso con caso, pero será una jurisprudencia importante en el caso de las familias trasnacionales porque cuando un padre impide ver al otro a sus hijos estando cada uno en en otra cultura, se le está quitando al niño la posibilidad de ser parte de ambas”.
El activista señala que el tema de la pelea de custodia entre mexicanos retornados dará mucho de qué hablar: actualmente hay 450,000 niños retornados que nacieron en EEUU y no se sabe oficialmente bajo qué condición familiares se encuentran o qué quieren los niños.
La Suprema Corte también determinó en abril pasado que el juez de lo civil debe eliminar la discriminación hacia los varones bajo el concepto de que la madre es quien puede atender mejor al niño y debe tomar en cuenta la opinión de los menores de edad en los asuntos de guardia y custodia.
Esta determinación ya dio algunos resultados interesantes con un primer caso en Sinaloa, donde una mujer migrante se fue a EEUU y dejó a su hijo 11 años con su madre. Luego regresó y quería llevárselo. La abuela no se conformó y el juez finalmente le dio la razón tras hablar con el menor.
“Yo quiero a mis hijos, quiero verles aunque sea por teléfono y voy a pelear por ellos”, concluye Adrián.