Elba Esther Gordillo a un paso de volver a mandar en la educación mexicana
Critican la aguda politización en el caso de la exlíder del sindicato de maestros
MÉXICO– La exdirigente del sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo, está a un paso de volver al control del gremio a pesar de que el ministerio público federal documentó que la septugenaria lavó dinero y organizó a una banda de delincuentes que le ayudaron a enriquecerse con fondos robados al gremio, un delito por el que ya fue exonerada.
“Por razones políticas se le encarceló y por razones políticas se le está liberando. ¿Y la justicia? Bien, gracias”, advirtió Ricardo Raphael, analista de El Universal, el diario que adelantó este jueves el regreso de “La Maestra”.
Durante más de tres sexenios (desde Carlos Salinas de Gortari a Felipe Calderón), a Gordillo se le acusó, además, de usar la educación como un instrumento político bajo una estrategia de ganar-ganar para cúpulas de poder.
A los dirigentes a su mando se les premiaba con regalos e incentivos económicos y a cambio éstos movilizaban masas del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado (SNTE) a favor de los gobiernos federales o en contra de locales, según el contexto de oposición. A cambio, las autoridades mantenían votos cautivos.
El costo de estos pactos políticos lo pagaron con creces los estudiantes: días y días sin clases por movilizaciones políticas que sumaron años para detrimento de varias generaciones que llevaron a los mexicanos a los peores niveles de educación según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico: no hay quien aprenda lo suficiente con tanto paro y sólo cuatro horas al día de clases.
Cuando fue encarcelada en 2013 y en los años siguientes, Gordillo acusó al presidente Enrique Peña de usar a la Procuraduría General de la República para perseguirla por su oposición a la Reforma Educativa que pretendía quitar poder al SNTE.
La negativa a la Reforma Educativa (que obligó a los maestros a evaluarse) marcó las coincidencias con el ahora presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien pasó de un discurso de confrontación con la Maestra, a uno conciliador en los últimos años, hasta que en febrero pasado el yerno y nieto de Elba Esther, Fernando González, y René Fijiwara respectivamente, firmaron un convenio con López Obrador, para apoyarlo camino a su campaña.
“Regresar a Elba Esther al sindicato es cancelar la posibilidad de mejorar la educación en México”, advirtió Ángel Ávila, secretario General del Partido de la Revolución Democrática (PRD). “Le regresaría a uno de los grupos políticos más corruptos del país el futuro de México”.