Escándalo: dos futbolistas rusos agredieron a un funcionario del gobierno de Putin

Kokorin y Mamáyev volvieron a dar de qué hablar tras un nuevo episodio de violencia e irresponsabilidad

Aleksandr Kokorin y Pavel Mamaev avergüenzan al fútbol ruso. (Foto: KIRILL KUDRYAVTSEV/AFP/Getty Images)

Aleksandr Kokorin y Pavel Mamaev avergüenzan al fútbol ruso. (Foto: KIRILL KUDRYAVTSEV/AFP/Getty Images) Crédito: KIRILL KUDRYAVTSEV | AFP/Getty Images

MOSCÚ, Rusia – La policía investiga una pelea en un café en el centro de Moscú en la que, al parecer, están implicados los polémicos futbolistas rusos Alexandr Kokorin y Pavel Mamáev, que ya han protagonizado otros escándalos en el pasado.

“Como resultado de las pesquisas preliminares sobre una situación conflictiva en un café en Moscú se ha abierto una investigación penal“, informó a medios rusos la policía de la capital rusa.

Poco antes, fuentes del Ministerio de Interior revelaron a varios medios que Kokorin (Zenit San Petersburgo) y Mamáev (FC Krasnodar) se enzarzaron en una pelea con un alto cargo del Ministerio de Comercio e Industria en una cafetería situada en la céntrica calle Arbat.

Según los trabajadores del café citados por Gazeta.ru, uno de los diarios digitales más importantes de Rusia, los dos futbolistas entraron esta mañana en el local en estado de embriaguez narcótica y empezaron a comportarse de manera inadecuada.

Según los medios, un alto funcionario del Gobierno ruso, Denís Pak, que también se encontraba en el local, acudió en ayuda de los trabajadores, pero fue recibido con golpes por los dos deportistas, que al parecer le rompieron un diente y le tiraron sillas.

El Ministerio de Industria y Comercio confirmó el incidente y añadió que otro de sus funcionarios, el director del Centro Científico Estatal NAMI, Serguéi Gaisin, sufrió el impacto de una silla en la pelea.

Kokorin y Mamáev jugaron en el pasado en la selección rusa, pero el entrenador del equipo nacional, Stanislav Cherchésov, les dejó fuera del Mundial que acogió Rusia el pasado verano y en el que los anfitriones llegaron hasta los cuartos de final.

En julio de 2016, los dos futbolistas se convirtieron en protagonistas de otro escándalo, cuando fueron sorprendidos en una fiesta en Mónaco, en la que supuestamente se gastaron 250,000 euros sólo en champán, poco después de que la selección rusa abandonara la Eurocopa de Francia tras sumar un sólo punto en la fase de grupos.

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