Una discapacidad no le impide tener un empleo y ser un miembro activo en su comunidad

Joven de Garden Grove es ejemplo de que nunca hay que darse por vencido

Markus Morales tiene 29 años de edad. / foto: ,(Jacqueline García)

Markus Morales tiene 29 años de edad. / foto: ,(Jacqueline García) Crédito: La Opinion

Uno o dos días a la semana Markus Morales llega a una tienda de artículos de segunda mano en Garden Grove, en el condado de Orange, para ofrecer sus servicios como voluntario.

“Arreglamos los pantalones por colores… Escogemos la ropa y la ponemos en ganchos”, dijo el joven en una entrevista con La Opinión mientras mostraba sus habilidades en la parte trasera de la tienda.

Su trabajo podría parecer muy fácil: la atención al cliente y las ventas. Sin embargo, es su motivación la que ofrece un servicio adicional a los compradores.
Markus, de 29 años de edad, nació con una discapacidad cognitiva de moderada a severa. Su abuela, Hilda Méndez, contó que su nieto tiene la mentalidad de un niño de 11 o 12 años.

Agrega que la condición de su nieto se debe a que cuando nació no logró recibir suficiente oxígeno.

“Nos empezamos a dar cuenta porque no respondía a los sonidos de la gente y la sonrisa no le salía”, recordó Méndez, quien lo ha cuidado desde muy pequeño.

Pese a que su madre, Roseanne C. Fuentes, y su abuela lo trataban como un niño normal, fue al entrar a primero de primaria que lo identificaron como estudiante de lento aprendizaje y eventualmente fue enviado a clases para estudiantes especiales.

La abuela de Markus, dice que no se dio por vencida e hizo todo lo posible por incluir a su nieto en toda actividad, al igual que cualquier otro niño.

Desde los 7 años comenzó a participar en el Boys and Girls Club de Garden Grove, lugar al que asistió hasta cumplir los 18 años. Una vez que terminó su etapa como miembro del club regresó como voluntario.

Desde muy pequeño Markus Morales fue tratado por su abuela como un niño normal. (Suministrada)

Comenzando la etapa de trabajo

Ya como adulto, y después de haberse graduado de la secundaria, Markus comenzó a asistir a un centro para adultos para aprender oficios de empleo mientras continuaba su educación académica.

El programa Empower brinda capacitación estructurada y apoyo para adultos con discapacidades de desarrollo —financiado por el Centro Regional del condado de Orange (RCOC)— donde las personas reciben oportunidades de empleo significativas y remuneradas.

Todo con el objetivo de mejorar su independencia y desarrollar actitudes positivas para la vida mientras ayudan a sus comunidades.

“Empower ayuda a los participantes en el desarrollo de oportunidades sociales, capacitación vocacional, capacitación en habilidades para la vida y relaciones interpersonales. Todo en entornos integrados”, explica el programa.

Markus trabaja tiempo parcial en el oficio del reciclaje donde recibe un pago semanal. Adicionalmente, la seguridad y habilidades que ha aprendido en el programa Empower le han ayudado para sentirse cómodo siendo voluntario en la tienda de segunda mano Grace’s Thrift Store.

Markus muestra el trabajo que hace en la tienda de segunda mano. Él arregla los trajes por colores y estilos. (Jacqueline García)

Empleo sin discriminar

Octubre es el Mes Nacional de Concientización sobre el Empleo de Personas con Discapacidad y el esfuerzo intenso por crear inclusión en el empleo es continuo.

Un estudio publicado por el Departamento del Empleo de EEUU demostró que las personas con discapacidades están más enfocadas en ocupaciones de servicio, producción, transporte y traslado de materiales que sus contrapartes sin discapacidades.

“Al tener oportunidades de empleo, las personas con discapacidades no solo tienen dinero para comprar cosas pero también aprenden a desarrollar relaciones con otros, hacen amigos y pueden salir al cine u otros lugares”, dijo Arturo Cazares, director asociado de empleo del RCOC.

“El mensaje aquí es que todas las personas con discapacidades pueden demostrar sus habilidades solo necesitan recibir oportunidades”.

Los días de voluntariado para Markus no solo son divertidos pero a veces remunerados.

Él ayuda a los negocios vecinos a tirar la basura, barrer sus banquetas frontales sobre la calle Main y hacer que todo luzca impecable. Por ello, los dueños de los negocios le dan un pago por sus servicios.

Patrick Hawkins, dueño de la tienda Grace Thrift Store —cuyo nombre se dio en honor a su hija quien tiene espina bífida— dijo que la presencia de Markus en el lugar desde hace unos cinco años es invaluable.

“Él y los otros voluntarios están felices aquí”, indicó.

Y si a Markus le gusta alguna de las donaciones se la puede llevar. “Le gusta coleccionar celulares y zapatos”, contó Hawkins.

Markus junto a su abuela Hilda Méndez (izq.) Patrick Hawkins, dueño de la tienda y la madre de Markus Roseanne Fuentes.

La madre de Markus Roseanne C. Fuentes, dijo que su hijo es muy activo.

“Hace poco hicimos la caminata [para recaudar fondos] para los riñones y también va a hacer la del cáncer de seno”, indicó.

En su tiempo libre le fascina arreglar bicicletas y celulares y le apasiona colecciona relojes. Es un miembro regular de su iglesia y como deportista ha participado en las olimpiadas especiales. Le gusta mucho jugar hockey de piso, basquetbol aunque su deporte favorito es el futbol.

Pese a que Markus fue diagnosticado de su condición a una edad “tardía”, esto no le ha impedido alcanzar su máximo potencial de acuerdo a sus habilidades.

La experiencia y destrezas que aprende a través de su programa de viabilidad, lo está llevando a ser exitoso en un entorno de trabajo tradicional donde podrá laborar para lograr algunos de sus objetivos principales.

Markus confiesa querer ahorrar suficiente dinero para comprar tres autos; uno para vacaciones, uno para el trabajo y otro para ir de compras.

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