‘El mejor antídoto contra ICE es portarse bien’, dice inmigrante que estuvo detenido en centro migratorio de Adelanto
Hay que evitar la violencia doméstica, manejar ebrio y traficar con drogas, recomienda inmigrante
Juan José Valdez, un inmigrante mexicano quien estuvo bajo custodia en el Centro de Detención Migratorio de Adelanto de abril a junio de este año, dice que el mejor antídoto para evitar la detención es portarse bien y respetar las leyes de Estados Unidos.
“No hay que darles motivos al ICE. Las probabilidades de que a uno lo detengan sin tener un récord criminal, son menores. De plano, muy mala suerte. A mi me detuvieron porque tengo en mis antecedentes dos casos de violencia doméstica. Si yo no hubiera tenido ese récord, el ICE (Servicio de Migración y Control de Aduanas), no habría puesto su ojos en mí, ni hubieran ido a esperarme afuera de mi casa para arrestarme”, expresa.
“No los estoy disculpando, ni estoy negando el racismo que hay contra nosotros, pero la realidad es que la mayoría de los detenidos con los que yo me encontré en Adelanto fuimos llevados ahí por tener problemas en el pasado, ya sea por violencia doméstica, manejar en estado de ebriedad o por tráfico de drogas”, observa.
De acuerdo a Juan José, ICE está escarbando hasta 20 años atrás en el récord de los inmigrantes indocumentados para ir tras ellos, arrestarlos, y de ser posible deportarlos
A este inmigrante, quien lleva 20 años en el país, lo detuvieron a mediados de abril cuando salía de su casa en su auto, con toda su familia.
“Lo que más me duele es que me esposaron en frente de mis hijas de seis y tres años de edad. La verdad, no me lo esperaba”, comenta.
Pese a que les dijo que tenía un permiso de trabajo y un número de Seguro Social válidos, a los agentes del ICE no les importó y se lo llevaron.
El hombre de 41 años de edad está casado con una ciudadana estadounidense, y es padre de cuatro hijas. Las dos mayores de 19 y 14 años son de su primer matrimonio. Trabaja como supervisor para una compañía de construcción, y vive con su familia en Riverside.
Récord criminal
En 2006, estuvo involucrado en un asunto de violencia doméstica que lo llevó a la cárcel 40 días. En enero de este año, volvió a ser acusado de violencia doméstica, pero esta vez solo estuvo un día detenido.
Después de su segundo incidente de violencia doméstica, Juan José trató de cambiar su vida y enmendarse. “Estoy trabajando en mi persona. Mi esposa y yo empezamos a ir a pláticas de pareja. Estoy yendo a los Alcohólicos Anónimos, a grupos de autoayuda. Me he refugiado en la Iglesia y me he encontrado con Dios. Reconozco que esos incidentes de violencia doméstica surgieron y fueron motivados por mi alcoholismo”, dice.
Después de ser detenido por el ICE y puesto bajo custodia en Adelanto, Juan José dice que se dio cuenta que la mayor parte de los inmigrantes en ese lugar están por violencia doméstica, manejar bajo el influjo del alcohol y por drogas.
“Desgraciadamente traemos defectos de carácter, y al tratar de ajustarnos a la sociedad norteamericana, recurrimos al abuso del alcohol como fue mi caso, y otros se van por las drogas. El alcohol y las drogas nos llevan a la violencia doméstica y a manejar ebrios”, observa.
“Por eso yo le recomiendo a todos los que estemos en este país sin papeles, a que no nos metamos en problemas, que respetemos las leyes, y al prójimo”, señala.
Sale bajo fianza
Con el apoyo de su abogado Jeremy Frost, y su esposa Yvonne Valdez – quien no paró un segundo buscando cartas de apoyo y reuniendo todos los requisitos que le pedían – dice que logró salir libre bajo fianza, con un grillete en el pie, y el requisito de reportarse a Migración todos los jueves, y los viernes quedarse en su casa para esperar a los agentes del ICE.
“No ha sido fácil. Esos tres meses detenido, me crearon una deuda en las tarjetas de crédito por 60,000 dólares. Tuve la suerte de que los dueños de la compañía para que la que trabajo son amigos, entienden mi situación, y pude volver a mi trabajo, cuando salí de Adelanto”, afirma.
Juan José ha comenzado el trámite de su residencia a través de su esposa. Su mayor deseo es ajustar su estatus migratorio y sacar a su familia adelante. “He dejado de beber alcohol y estoy muy arrepentido de mis errores del pasado”, confiesa.
De acuerdo al Centro de Acceso a Documentos Transaccionales (TRAC) de la Universidad Syracuse, el 58% de los detenidos por ICE hasta junio de este año, no tenían récord criminal. Y una proporción mayor, cuatro de cada cinco, no tenían antecedentes o solo ofensas menores como violaciones de tránsito.
Para ICE una condena criminal puede incluir ofensas de migración como órdenes previa de deportación, delitos mayores, pero también ofensas menores como cruzar el semáforo en rojo.
En una entrevista previa, el abogado en migración Alex Gálvez recordó que los cinco pecados capitales que el inmigrante indocumentado debe evitar a toda costa porque lo ponen en riesgo grande de ser deportado son: violencia doméstica, manejar bajo la influencia del alcohol (DIU), drogas, prostitución y robos menores en tiendas departamentales.