Kavanaugh participa en ceremonia de investidura formal, bajo fuertes medidas de seguridad
La ceremonia de investidura fue un mero formalismo ya que Kavanaugh tomó juramento oficial el mes pasado y ha participado en numerosas audiencias en el Tribunal Supremo
WASHINGTON—El juez conservador Brett Kavanaugh participó este jueves en su investidura formal como juez vitalicio en el Tribunal Supremo, en una ceremonia que duró apenas seis minutos y contó con la presencia del presidente Donald Trump.
La ceremonia, repleta de líderes conservadores, se realizó en la sala de audiencias del Tribunal Supremo bajo fuertes medidas de seguridad, tanto que los periodistas que cubrieron el evento no tenían autorización para ponerse de pie para obtener una mejor vista del salón.
Debido a esas medidas de seguridad y rompiendo con la tradición en este tipo de ceremonias, Kavanaugh no salió a las gradas del Tribunal Supremo, como lo han hecho otros magistrados.
La gran ausente en la ceremonia fue la jueza Ruth Bader Ginsburg, de 85 años, quien fue hospitalizada esta mañana debido a que sufrió una caída ayer y fracturas en las costillas.
Kavanaugh es el segundo nombramiento de Trump, después de Neil Gorsuch, en cumplimiento con su promesa electoral en 2016 de poblar los tribunales federales con jueces conservadores.
Acompañado de la Primera Dama, Melania Trump, el mandatario observó la ceremonia con los brazos estrechados frente a sí, mientras el secretario del juzgado, Scott Harris, daba lectura al documento que formalmente establece a Kavanaugh como juez vitalicio de la máxima corte del país.
La pareja presidencial se sentó en primera fila al lado del juez Anthony Kennedy, que se jubiló en julio pasado, creando la vacante que ahora llena Kavanaugh.
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, él mismo nombrado por el presidente George W. Bush, extendió una “muy cálida bienvenida” a Kavanaugh y le deseó una “larga y feliz carrera”, según un informe de prensa divulgado por la Casa Blanca.
Kavanaugh entró al salón, sonriente y ataviado con la bata negra que utilizan los magistrados, y tomó asiento en el escritorio de caoba que antes utilizó el entonces presidente del Tribunal Supremo, John Marshall entre 1819 y 1835, según datos del tribunal.
Posteriormente, Kavanaugh repitió su juramento judicial, como mero formalismo ceremonial, porque ya lo había hecho el mes pasado.
En medio de protestas multitudinarias, Kavanaugh fue confirmado por el Senado el pasado 6 de octubre, con 50 votos a favor y 48 en contra, en lo que supone el margen más estrecho de cualquier juez del Tribunal Supremo en 137 años.
La confirmación se produjo tras varias semanas de controversia ante acusaciones de tres mujeres de presunto acoso sexual o conducta inapropiada por parte de Kavanaugh en la década de 1980. Kavanaugh siempre ha negado todas las acusaciones en su contra, aunque generó críticas por su conducta agresiva contra senadores demócratas
Con su arribo, el Tribunal Supremo tiene ahora una repartición de 5 jueces conservadores y 4 progresistas.
Kavanaugh, quien prometió ser un juez que “trabajará en equipo” durante un evento en la Casa Blanca el mes pasado, se instaló en el Tribunal Supremo tres días después de su confirmación, para participar en las audiencias de dos casos.
La ceremonia de hoy contó con la participación de todos los jueces vitalicios, salvo Ginsburg; del fiscal general interino, Matthew Whitaker, designado por Trump en reemplazo de Jeff Sessions, a quien despidió ayer, y del subfiscal general, Rod Rosenstein.
También participaron el exabogado de la Casa Blanca, Don McGahn, clave en el proceso de nombramiento y confirmación de Kavanaugh; el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell; el senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, y el juez Merrick Garland, propuesto por la Administración Obama para el Tribunal Supremo pero que nunca tuvo audiencia ni voto en la Cámara Alta.
Trump no hizo declaraciones y abandonó el salón al concluir el evento.