¿Por qué organizaciones mayas que se oponen al Tren Maya?
El proyecto será sometido a una consulta popular a finales de noviembre
MEXICO – A los mayas no les gustó que Andrés Manuel López Obrador consulte “a todo mundo” sobre el proyecto del Tren Maya en el ejercicio que se realizará el 24 y 25 de noviembre porque consideran que los “afectados” serán ellos y no el resto de la población; además, dicen que los indígenas no han “recibido” ninguna información técnica o científica del proyecto cuya construcción arrancaría con la nueva administración federal el próximo 1 de diciembre.
“Nos interesa saber las medidas de mitigación que se implementarán para que no sigan lastimando y hundiendo a los pueblos mayas de la península”, dijo Romell González integrante del Consejo Regional Indígena Popular de Xpujil (Cripx). “Lo más probable es que salgamos desplazados de los beneficios del tren y que se acabe con selvas que hoy forman parte del segundo pulmón más importante de América”
Cripx es una de las organizaciones opositoras al proyecto junto con “Unir Fuerzas para la Defensa del Territorio”, Prodiversa A. C., Red de Productores de Servicios Ambientales Ya’ax Sot’ Ot’ Yook’ol Kaab A. C., Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes, Muuch Kambal A. C., Consejo Indígena de Atasta, Cladem Yucatán y Movimiento de Resistencia Civil.
También Candelraria Campeche, Sociedad Cooperativa Turística Repobladores de Chiquila y Ejido de Conhuas en Calakmul quienes recientemente firmaron una carta pública para dejar constancia de que se oponen al proyecto que ya tiene “presupuestos, licitaciones, trazos y hasta fecha de inicio” sin que se les haya consultado.
De acuerdo con el artículo 69 de la Organización Internacional del Trabajo los pueblos originarios deben de recibir información amplia y expedita sobre cualquier tema que implique proyectos de desarrollo que los afecte, pero no ha sido así, argumentan:
“La única información que tenemos es lo que los noticieros han transmitido y las filtraciones que nos han llegado. De manera oficial no hay autoridad alguna que se haya sentado a dialogar con nosotros a pesar de que la obra física pretenden asentarla en nuestro territorios; todo se ha llevado a nuestras espaldas”, detalló el documento.
De acuerdo con el plan de López Obrador, el Tren Maya buscará comunicar a lo largo de 1,500 kilómetros de vías férreas a los principales centros arqueológicos de la cultura maya dispersos en cinco estados del sureste mexicano –-Quintana Roo, Chiapas, Tabasco Campeche y Yucatán– para detonar el desarrollo económico en un máximo de cuatro años con una inversión de alrededor de 400 millones de dólares financiada con el impuesto al turismo.
“Voy a defender este proyecto. Se los digo con transparencia y autenticidad, porque son los compromisos que hice en campaña”, advirtió recientemente el presidente electo.
Previo a la oposición de las comunidades mayas hubo otra manifestación de inconformidad en la comunidad zapatista Las Abejas (Chiapas) porque consideraron que el tren “no es más que otro proyecto de destrucción de la madre tierra y de las tierras de subsistencia de los pueblos originarios”.
En apoyo al proyecto, Adelfo Regino, el funcionario que atenderá a los indígenas durante el gobierno de López Obrad negó que el Tren Maya vaya a generar desplazamientos, explotaciones o colonización de los pueblos indígenas y aseguró que se hará otra consulta con ellos, independiente de la que se realizará el 24 y el 25 próximo. “Se platicará con cada comunidad”.