El Niño Dios, el invitado principal de los hogares católicos en la Navidad
Familias Latinas mantienen la tradición del pesebre que es parte de la Navidad
Fabiola Gutiérrez viajó desde Riverside al Mercadito del Este de Los Ángeles para comprar su niño Dios y algunos artículos que adornarán su nacimiento este año.
La mujer de origen mexicano contó que tenía un nacimiento, pero era muy pequeñito y este año por primera vez pondrá uno más grande que contará con detalle la historia del nacimiento del niño Jesús.
“Mis hijos ya están creciendo, tengo cinco y una nieta y por eso queremos hacerlo, que ellos continúen la tradición”, dijo Fabiola. “Me considero católica y quiero un niño Dios en mi casa”.
Su hija Raquel concordó que la fecha es conmemorable y una buena forma de mantener vivas las tradiciones de su cultura mexicana. “Es algo muy bonito”, dijeron madre e hija.
Al igual que ellas, varias personas llegaron el lunes desde temprano al Mercadito del Este de Los Ángeles buscando meticulosamente los ropajes perfectos para sus niños Dios. También llevaban artículos que les faltan en las decoraciones de su nacimiento, mientras otros buscaban más adornos para engrandecer los que ya tienen.
‘Lo vestimos como lo hacen en México’
Las hermanas María y Mónica Escareño llegaron en busca de la ropita que usarán los tres niños Dios que tienen en casa.
“Desde que yo me acuerdo hacemos lo del niño Dios. Y lo continuamos porque lo consideramos algo religioso”, dijo María de 28 años. “Nosotros lo vestimos como le hacen en México. Los padrinos lo visten y le cantamos”, aseveró la mexicana originaria de Zacatecas.
En el puesto contiguo estaba Yolanda Piñón, quien llegó a recoger la cabañita hecha de madera donde pondrá a su niño Dios. Ella dijo que tiene una pero es más pequeñita y este año decidieron agrandarla.
“Ahorita mis nietas ya aprecian más la tradición y les encanta”, dijo Piñón, quien iba acompañada de su hija y su nieta.
Agregó que a ella desde niña le inculcaron la tradición. “Con mis papás, abuelos y bisabuelos. Y cuando [mis hijas] estaban chiquitas, si no tenía para hacer elegante el nacimiento lo hacíamos con algo simple pero siempre lo poníamos”.
Piñón dijo que su sueño es que sus nietos sigan la tradición por muchos años.
Su hija, Kimberly Escobar, quien también es fiel creyente de la tradición católica, dijo que inclusive en Navidad sus hijas no reciben ningún regalo.
“Su regalo es el cantarle al niño [Dios] y San Nicolás les trae lápices y algo chiquito que pueda caber en las botitas navideñas”, dijo Escobar, enfatizando que la temporada es para celebrar el nacimiento del niño Jesús y separarse de las vanidades materiales.
“Ya el día de los Reyes Magos les llegan sus juguetes”, añadió.
Elizabeth Méndez llegó apresurada a comprar un poco de heno para su pesebre. Emocionada, contó que ella suele poner un pequeño nacimiento con cinco niños Dios.
“Pero siempre me los roban mis familiares… Por una parte esta bien porque yo quiero que continúen la tradición”, dijo sonriendo Méndez y aseguró que siempre sabe donde terminan los niños Dios. “Con los nietos, los bisnietos y esta bien porque les quiero enseñar que sigan la tradición porque la mayoría ahorita no quiere ni religión”, recalcó.
El nacimiento del niño Dios
Cuenta la biblia que José y María de Nazaret fueron escogidos para ser los padres de Jesús, el salvador del pueblo y sus pecados. En aquel tiempo, después de buscar refugio en varias casas, María y José terminaron en un establo rodeados de animales y es donde nació el niño Jesús.
En la religión católica es la tradición que el 24 de diciembre se celebre la víspera de la Navidad cuando nace el niño Dios.
En la cultura mexicana—y otros países latinos—tradicionalmente se hace una posada representando la historia de cuando María y José visitaban las casas pidiendo albergue. Los invitados cantan las letanías, rezan un rosario y eventualmente acuestan al niño Dios, en honor a su nacimiento.
Los invitados disfrutan de comidas y bebidas tradicionales como los tamales, buñuelos, ponche y se rompen piñatas y se les da aguinaldo de dulces y frutas a los niños.