Trump apuesta por un “largo cierre” del gobierno si no consigue fondos para el muro fronterizo
El cierre parcial del gobierno no afectará las operaciones vitales para la seguridad nacional pero dejará sin sueldo a centenares de miles de empleados públicos
WASHINGTON — En medio de una agria lucha por el muro fronterizo, el presidente Donald Trump apostó este viernes por un cierre del gobierno “muy largo” y culpó a los demócratas si el Congreso no logra un acuerdo antes de la medianoche, lo que dejaría sin sueldo en Navidad a centenares de miles de empleados públicos.
Durante un acto en la Casa Blanca para promulgar una ley de reforma judicial, Trump dijo a los periodistas que hay “muy buenas probabilidades” de que el gobierno federal sufra un cierre “muy largo” pasada esta medianoche, si el Congreso no incluye en una ley de gastos temporal $5,000 millones para su prometido muro fronterizo.
“En realidad depende de los demócratas, completamente de los demócratas, si tenemos o no un cierre. Es posible que lo tendremos, diría que las probabilidades son muy buenas, porque no creo que a los demócratas les importe mucho este asunto”, afirmó Trump.
“Será un cierre demócrata, porque nosotros hemos hecho lo nuestro… espero que no tengamos (el cierre), pero estamos totalmente preparado para un cierre muy largo”, subrayó Trump, quien tenía previsto iniciar unas vacaciones en su propiedad en Mar-a-Lago, Florida.
Hace una semana, en una inusitada reunión televisada con los principales líderes demócratas de ambas cámaras del Congreso, Trump había dicho que él asumiría con mucho “orgullo” completa responsabilidad por el cierre del gobierno, dando máxima prioridad a la seguridad fronteriza.
Pero ahora el mandatario renovó su queja de que Estados Unidos gasta “285,000 millones al año” para combatir la inmigración ilegal y que, en todo caso, “el muro se pagará por sí solo mensualmente”, y el monto que pide para el mega-proyecto “es poco”.
Sin embargo, las encuestas señalan que la mayoría de los estadounidenses no apoya el muro fronterizo, ni cree que el gobierno debe cerrar por pugnas sobre ese proyecto.
Trabajo sin sueldo
El Congreso tiene hasta medianoche para aprobar presupuestos para nueve entidades de la burocracia federal, por lo que un cierre afectaría principalmente a empleados de los departamentos de Justicia, Estado, Transporte, Comercio, Agricultura, Seguridad Nacional, Interior, Tesoro, y Vivienda, o aproximadamente una cuarte parte del gobierno.
Los legisladores ya habían aprobado los fondos para el 75% de la maquinaria federal hasta septiembre de 2019.
Aunque el gobierno siempre tiene un plan de contingencia para cubrir las operaciones vitales para la seguridad nacional, el cierre parcial significa que, en época navideña, más de 420,000 empleados públicos tendrían que trabajar sin cobrar sueldo hasta que el Congreso apruebe los fondos de sus agencias, y reciban el pago de forma retroactiva.
Esa categoría incluye a más de 41,000 agentes policiales federales, y a la mayoría del personal del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), incluyendo a 53,000 agentes de la Administración para la Seguridad en el Transporte (TSA), alrededor de 42,000 agentes de la Guardia Costera, y hasta 54,000 agentes fronterizos., según un análisis de la oposición.
Mientras tanto, alrededor de 380,000 empleados federales tendrían que tomar días libres sin goce de sueldo –una especie de suspensión temporal conocida en inglés como “furlough”– y sin garantías de recuperarlo de forma retroactiva. En ese grupo figuran los empleados del Servicio de Rentas Internas (IRS), del sistema de parques nacionales, y de la agencia espacial estadounidense, NASA, entre otros.
Un cierre parcial conlleva costos políticos y económicos: el último gran cierre del gobierno, durante la Administración Obama, en 2013, provocó pérdidas por $2,000 millones, debido a la pérdida de productividad por los empleados que fueron cesados temporales ese año, según un análisis de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) de la Casa Blanca.
Vaivén de propuestas
Los senadores ya habían logrado a principios de esta semana un acuerdo para mantener abierto el gobierno hasta el próximo 8 de febrero, postergando el espinoso debate sobre el muro fronterizo hasta entonces.
El Senado aprobó la noche del miércoles pasado una medida sin los fondos para el muro pero, horas antes de que la Cámara de Representantes preparara su propio voto ayer, Trump cambió de parecer y retomó su exigencia de los $5,000 millones para el muro.
Es que, de cara a su base, el mandatario quiere mostrar firmeza sobre la promesa que hizo durante la contienda de 2016 de construir un muro a lo largo de toda la frontera con México para frenar la inmigración ilegal.
Así, con la venia de Trump y bajo presión de comentaristas de Fox News, el ala ultraconservadora del Partido Republicano impulsó una medida en la Cámara Baja con $5,700 millones para la construcción del muro y cerca de $8,000 millones de ayuda para desastres naturales. La medida fue aprobada anoche en una votación de 217-185.
Schumer a Trump: olvídese del muro
Pero esa nueva medida no tiene suficiente apoyo en el Senado, como dejó en claro hoy desde el pleno, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, quien aconsejó a Trump que desista de su estrategia para provocar un cierre del gobierno por motivaciones políticas.
“No va a conseguir el muro hoy, ni la próxima semana, ni el 3 de enero cuando los demócratas recuperen el control de la Cámara de Representantes”, advirtió Schumer, en claro desafío a Trump.
Schumer se quejó de que Trump ha montado “una rabieta” y aproxima al gobierno a un cierre durante la Navidad, sometiendo al Senado a un “ejercicio inútil” para demostrar “lo que todo el mundo sabe: no hay votos en el Senado para un muro fronterizo caro y financiado por los contribuyentes”.
“Presidente Trump, usted es dueño de este cierre”, enfatizó Schumer, al destacar que Trump no puede borrar “meses de videos” en los que promovió un cierre del gobierno y asumía responsabilidad por la parálisis.
Horas antes, Trump se reunió en la Casa Blanca con senadores republicanos y los presionó a recurrir a la “opción nuclear”, que en la jerga parlamentaria significa que una medida puede ser aprobada en el Senado por mayoría simple, es decir con 51 votos y sin necesidad de apoyo demócrata.
Pero el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, rechazó esa posibilidad, y lamentó que los legisladores no dejen de lado sus intereses personales o su desdén hacia Trump para lograr una solución consensuada.
Otros senadores de su bancada también se oponen a desmantelar el requisito de los 60 votos para aprobar la mayoría de las leyes.
Mientras los republicanos intentan juntar los votos para la “medida del muro”, varios senadores que ya habían regreso a sus estados tuvieron que emprender su regreso a Washington para tratar de evitar el cierre del gobierno.
Caos y crisis
Sería el tercer cierre parcial del gobierno este año, después del ocurrido el pasado 20 de enero, que duró tres días debido a pugnas sobre la protección para “Dreamers”, y otro del pasado 9 de febrero, que duró unas seis horas.
El nuevo cierre se produciría en unos momentos en que esta crisis se suma a otros problemas que nublan el panorama político para la Casa Blanca, incluyendo una creciente ansiedad por una posible recesión económica en 2019, la inesperada renuncia del secretario de Defensa, Jim Mattis, por la retirada de EEUU de Siria, y la continua investigación de la Oficina Federal de Investigaciones sobre la “trama rusa”.
El cierre del gobierno pondría colofón a ocho años del caos que marcó el dominio de los republicanos en la Cámara Baja, donde se mantuvieron en la mayoría tras las elecciones de mitad de término de 2010.
En los comicios del pasado 6 de noviembre, los republicanos perdieron la Cámara Baja pero ampliaron su mayoría en el Senado.
Los demócratas, que retomarán el control de la Cámara Baja el próximo 3 de enero, han prometido aumentar el escrutinio de los negocios de la Organización Trump, y los escándalos que rodean a su familia y a varios miembros de su Gabinete.