¿Cómo consiguió Azealia Banks enemistarse con todo un país?
La rapera volvió a dar de qué hablar con otro de sus escándalos
Azealia Banks. Crédito: Kevin Winter | Getty Images
Hace ya tiempo que Azealia Banks, una de las figuras más prometedoras de la escena rap femenina hace una década, no acapara titulares por su trabajo musical, pero sus escándalos en su vida personal siguen dando mucho de qué hablar.
El último de ellos tuvo lugar esta misma semana, cuando la cantante fue expulsada de un vuelo con destino a Dublín y más tarde vetada de por vida en la aerolínea irlandesa Aer Lingus por exhibir supuestamente un comportamiento violento y agredir verbalmente al personal de la compañía.
Ella hizo referencia al incidente en un vídeo publicado en sus redes sociales en el que no escatimaba en exabruptos mientras aseguraba que había sido víctima de los prejuicios racistas del personal de cabina. Para cerrar su alegato, arremetió contra las “abominables mujeres irlandesas“, que según su versión de los hechos la había tratado como un animal.
Ahora la rapera ha extendido sus insultos para incluir a toda la población irlandesa, a la que ha definido como un grupo de “bárbaros” y “leprecauns endogámicos” en los mensajes con que ha respondido a los comentarios de sus seguidores de Instagram que le reprochaban el lenguaje utilizado para describir el altercado que se había producido a bordo del avión.
“La mayoría de ustedes no pueden ni hablar ni escribir. Son tan solo un puñado de leprecauns endogámicos y orgullosos con cero influencia a nivel internacional y ni siquiera cuentan con el privilegio que se asocia a los blancos. El resto de blancos no quieren tener nada que ver con ustedes y eso se debe a que son unos bárbaros“, rezaba una de sus respuestas, mientras que en otra se preguntaba “¿No tienen una hambruna en la que morirse?“.
Esa mala opinión general que Azealia Banks parece tener de Irlanda contrasta con el vídeo que publicó para despedir de sus fans tras ofrecer el último concierto que tenía fijado allí: “Te quiero, Dublín. Hasta la próxima”.
