Samson Ebukam, el inmigrante nigeriano de los Rams víctima de ‘bullying’
Siempre siguió adelante, ahora es pieza fundamental en la defensa de Los Angeles y ahora estará disputando el Super Bowl LIII
Fue posiblemente el partido más esperado de la temporada regular y sin duda el duelo del que se habló más, entre otras razones porque estaba programado para realizarse en la Ciudad de México y terminó siendo en el Memorial Coliseum de Los Ángeles.
Los Rams, en ese momento el mejor equipo de la Conferencia Nacional, recibiendo a los Chiefs de Kansas City, los mejores de la Americana para un lunes por la noche del 19 de noviembre que terminó siendo inolvidable.
Los Ángeles ganó el partido de locura por 54-51 y una de las figuras del partido fue un linebacker que llegó a la NFL muy lejos del radar, sin ningún bombo, pero que en esa noche memorable anotó dos touchdowns defensivos, uno al recuperar un fumble de Patrick Mahomes y el otro al interceptarle un pase al casi seguro “MVP” de la temporada.
Ebukam emergió como un jugador importante en la defensa de los Rams. Pero su historia de vida amerita algunos detalles. Porque este joven de 23 años de edad es el inmigrante del equipo carnero, habiendo nacido en Nigeria y llegado a los Estados Unidos a los 9 años de edad.
“Ha sido un trayecto largo, con muchas complicaciones, pero mientras sigas avanzando, vas a lograr algo para ti”, dice Ebukam al hablar sobre su camino.
Ebukam iniciará el domingo en el Super Bowl en apenas su segunda temporada luego de llegar a los Rams seleccionado en la cuarta ronda del Draft de 2017 procedente de la Universidad del Este de Washington.
“No puedo ponerlo en palabras, pero es emocionante ser parte de esto y son muchas cosas sucediendo al mismo tiempo, pero estamos tratando de ir una cosa a la vez”, dice sobre la oportunidad de jugar en el juego por el Trofeo Vince Lombardi.
Solo que para llegar a Atlanta, a la NFL y en sí para establecerse en el país, Ebukam y su familia tuvieron que luchar contra la adversidad.
El momento en que el curso de su vida cambió de manera crítica fue cuando gracias a sus habilidades para jugar fútbol americano pudo aspirar una beca escolar, ayudado por su entrenador de la preparatoria David Douglas en la ciudad de Portland, quien lo recomendó con algunos contactos que tenía en la NCAA.
“Me ofrecieron la beca y la tomé porque yo pensaba que iba a poder tener escuela gratis, pero fue mucho más que la escuela, definitivamente influyó en toda mi vida”, comenta el hombre que juega como linebacker exterior con el jersey No. 50. “Estoy muy feliz de eso, de que todo el trabajo duro dio frutos”.
Ebukam, quien es callado, muy humilde y cerebral, detalla algunos momentos en los que se las vio difícil como inmigrante en los Estados Unidos.
“Todavía hablaba con acento y realmente no podía hablar inglés. Estaban pasando muchas cosas, mucho ‘bullying’, mucho de otras cosas”, recuerda sobre su infancia al llegar al país. “Simplemente tienes que seguir y seguir poniéndote retos a ti mismo y ser mejor que los otros”.
Ebukam, con todo el bagaje que tiene encima, es relativamente reservado en sus metas como jugador de la NFL. Lo cual no significa que no quiera y pueda impactar de manera crucial el juego del domingo. Se trata simplemente de un joven hombre muy reservado.
“La meta que me he impuesto es solo seguir jugando, porque no mucha gente puede jugar esto por mucho tiempo”, dice. “Honestamente nunca tuve como objetivo ganar el Super Bowl hasta este año, porque el año pasado todo me llegó muy rápido. Después de cinco juegos es cuando pensé: tenemos que llegar al Super Bowl…. Y aquí estamos”.
Y el linebacker de los Rams comparte su consejo para otros inmigrantes:
“No importa qué tan mal estén las cosas en tu vida, siempre piensa que hay alguien que está peor, y de esa forma eso sirve como una motivación de que estás mejor que alguien más que ni siquiera pudo llegar aquí… Tienes que tratar de siempre seguir adelante”.
Sangre boricua
Jamil Demby, de 22 años y que juega como liniero ofensivo suplente, les da a los Rams su toque caribeño, pues aunque nació en Vineland, Nueva Jersey, la familia completa de su madre proviene de Puerto Rico y también de República Dominicana.
“Tiene que ser la comida”, dice acerca de lo que más le identifica con su lado hispano. “La comida es sensacional: arroz y gandules, habichuelas, pasteles… y puedo seguir y seguir. No es solo que la comida es increíble, sino que también nos hace estar juntos”.
Demby es de la Universidad de Maine y aunque no ha podido jugar en su temporada de novato debido a la consistencia de los cinco linieros titulares, se perfila para ser un hombre del futuro en esa unidad.
“Todo lo que puedo decir es que me siento bendecido. Estar en mi primer año, no es menos que una bendición. Trabajas fuerte para llegar a este punto, pero es increíble”, comenta sobre ser parte del Super Bowl como novato.
Demby espera celebrar el domingo en la cancha con su familia y su novia, y dice que es posible que una bandera de Puerto Rico aparezca sobre la cancha si los Rams ganan el campeonato.
“Tengo que pedirle a mi mamá que la traiga”.