Facebook toma datos de ciclos menstruales y ritmo cardíaco de otras apps
Dicen que las madres lo saben todo de sus hijos, pero a este paso, Facebook parece que sabe más que mamá
SAN FRANCISCO – Facebook recibe de forma automática y sin que los usuarios tengan conocimiento de ello, datos “sensibles” volcados en otras aplicaciones, como por ejemplo ciclos menstruales, ritmos cardíacos o el peso corporal, según una investigación publicada hoy por el diario The Wall Street Journal.
El artículo aparecido en el rotativo neoyorquino indica que “millones de usuarios de teléfonos inteligentes confiesan sus secretos más íntimos a las aplicaciones, sin ser conscientes de que en muchos casos esos datos son compartidos con Facebook”.
La compilación de datos por parte de la red social se lleva a cabo mediante una herramienta de software integrada en miles de aplicaciones llamada “App Events”, que permite a los desarrolladores registrar la actividad de los usuarios y enviarla a Facebook en cuestión de segundos.
Esto se produce, según la investigación, incluso en aquellos casos en los que la persona que usa el teléfono no accede a la aplicación a través de la red social, o no tiene abierta una cuenta de Facebook.
El periódico halló “por lo menos 11 aplicaciones populares que cuentan con decenas de millones de descargas” que envían de forma automática los datos de los usuarios a la red social, entre ellas Instant Heart Rate: HR Monitor, la aplicación más usada para medición del ritmo cardíaco en el sistema operativo iOS de Apple.
También hace lo mismo Flo Period & Ovulation Tracker, una aplicación con 25 millones de descargas Y que comparte con Facebook LA información sobre los ciclos menstruales de las usuarias, y le avisa cuando estas han mostrado interés por quedarse embarazadas.
Realtor.com, por su parte, informa a Facebook de las localizaciones y precios de los anuncios inmobiliarios que el usuario ha consultado, así como cuáles han sido marcados como favoritos.
El principal interés de las empresas en compartir datos con Facebook es que la red social ofrece a los desarrolladores de aplicaciones una herramienta de análisis que elabora estadísticas sobre las actividades de los usuarios, y les permite así dirigirse a ellos de manera más eficaz, mediante anuncios online.
Tras publicarse la investigación, Facebook reconoció que “algunos de estos datos” podrían violar la normativa que rige la relación con sus clientes, que establece que las aplicaciones no deben mandarle información “sensible” de los usuarios, como por ejemplo, cuestiones de salud o financieras.
La compañía con sede en Menlo Park (California) se comprometió a pedir a estas aplicaciones que “dejen de compartir información que sus usuarios puedan considerar sensible”.
La empresa que dirige Mark Zuckerberg se ha visto salpicada por numerosos escándalos relativos a su gestión de la privacidad de los datos de los usuarios en los últimos meses, que han mermado considerablemente su imagen pública.
La mayor polémica a la que tuvo que hacer frente Facebook fue en marzo del año pasado, cuando se desveló que la consultora británica Cambridge Analytica utilizó una aplicación para recopilar millones de datos de internautas de la plataforma sin su consentimiento y con fines políticos.
La empresa se sirvió de datos de la red social para elaborar perfiles psicológicos de votantes, que supuestamente vendieron a la campaña del ahora presidente, Donald Trump, durante las elecciones de 2016, entre otros.
Meses más tarde, en octubre, Facebook admitió además que piratas informáticos robaron datos personales de 30 millones de cuentas.