Redada en mercado en San Diego deja trauma entre los trabajadores detenidos
Todos han sido procesados con ordenes de comparecencia ante tribunales migratorias en fecha por definirse
Eran como las 8:30 de la mañana del miércoles 13 de febrero cuando Rosalba Fernández, una empleada de cocina del mercado coreano Zion en San Diego, escuchó decir a uno de sus compañeros que estaban rodeados por el Servicio de Migración y Aduanas (ICE).
La tienda se abría a las 9 de la mañana. Los empleados estaban apurados para tener todo listo. Rosalba está preparando sushi cuando escuchó la alerta de la Migra. Aterrorizada, en segundos vio entrar a la tienda en la que había trabajado por tres años, a un grupo de agentes del ICE. Algunos de ellos iban encapuchados, otros entraron apuntándoles con un arma, pidiéndoles que alzaron las manos.
“Nos pusieron al frente y nos amarraron las manos con un plástico. ¡Somos de ICE! Estamos haciendo una auditoría en la tienda, anunciaron. Empezaron a preguntarnos nuestros nombres, de dónde éramos, fechas de nacimiento. A algunos que tenían el teléfono en la mano, les pedían que lo soltaran”, recuerda.
Después de dos horas de interrogarlos dentro de la tienda, los subieron esposados de pies y manos a un camión. “Al salir me di cuenta que habían acordonado la tienda con cinta amarilla”, comenta.
Rosalba dice que los llevaron a una edificio de ICE. “Nos separaron a hombres y mujeres. Nos pusieron en cuartos distintos. Durante diez horas nos estuvieron interrogando. Nos hacían preguntas, cómo quién nos había contratado. Nos tomaban huellas y fotografías”, dice.
Por la tarde, ya para el anochecer dejaron salir libre a los 29 trabajadores detenidos. “Que porque no teníamos mal récord, pero nos advirtieron que teníamos que regresar a la corte para procesarnos”, narra esta inmigrante mexicana.
Rosalba, una madre de familia de cuatro hijos nacidos en Estados Unidos, dice que vivieron horas de mucha angustia. “Tenía mucho miedo porque mis hijos estaban en la escuela. Pensaba que nos iban a sacar del país o nos iban a dejar detenidos”, reconoce.
Si bien se salvaron de ser detenidos por no tener antecedentes penales, han sido puesto bajo la lupa de migración.”Nos dijeron que cada mes tenemos que llamar por teléfono a ICE mientras nos dan fecha para ver a un juez”, indica.
También el ICE les dijo que no podían regresar a trabajar al mercado ni emplearse en ninguna otra parte.
“Estamos muy tristes. No solo porque ahora el ICE ya sabe de nuestra presencia sino porque nos hemos quedado sin empleo. Nos sentimos estresados y agobiados por la cuestión migratoria y la falta de trabajo ¡Ay Dios mio! Todo está bien caro. Yo ayudaba a mi esposo con los gastos”, se lamenta.
De los 29 detenidos, 26 fueron arrestados en el mercado coreando Zion de Kearny Mesa en San Diego, y tres en sus casas. De los 29, alrededor de 9 eran mujeres. Todos fueron liberados por ICE, pero se quedaron sin empleo.
Benjamín Prado, coordinador del programa fronterizo Estados Unidos- Mexico del Comité de Amigos, una organización de apoyo a los inmigrantes en San Diego dice que la redada al mercado coreano no es la primera que realiza ICE en un negocio con el pretexto de hacer auditorias.
“ICE ha dicho que en el área de San Diego han llevado a cabo 265 en el último año fiscal. Pero desde la época de Obama se han dado”, explica.
Y enfatiza que estos operativos dejan mucho trauma, ansiedad y preocupación entre las familias trabajadoras. “Algunos ya se están mudando con sus familias porque no tienen cómo pagar la renta de sus viviendas”, afirma.
Revela que se están organizando para recaudar comida y dinero que sirva para apoyar a las afiliadas afectadas con la redada en el mercado coreano.
“Ha sido un golpe muy duro. Se han quedado sin empleo y encima tienen que pagar por un abogado para defenderse legalmente del proceso de deportación que se les viene encima”, indica.
Responde ICE
Mediante un comunicado ICE, afirma que sus investigaciones son responsables de que se respeten las leyes establecidas por el Acta de Control y Reforma de Migración (IRCA) de 1986.
“Estas leyes ayudan a proteger los empleos para los ciudadanos estadounidenses y los otros que están aquí legalmente y que han obtenido autorización legal para trabajar”, indica.
“Esto ayuda a eliminar las ventajas competitivas injustas para compañías que contratan fuerza laboral indocumentada y fortalecen la seguridad pública y nacional”.
Sobre la redada del 13 de febrero, señalan que agentes especiales de investigaciones de seguridad de la nación del ICE en San Diego, ejecutaron una orden federal de arresto en Zion Market como parte de una investigación criminal en un lugar de trabajo que fue iniciada como resultado de múltiples violaciones pasadas que datan de 2011 y una auditoría reciente 1-9 sobre los récords de los empleados.
De acuerdo al ICE, una investigación revela que al menos 26 individuos que se encontraban trabajando en el mercado en el momento del arresto, estaban de manera indocumentada en Estados Unidos y no tiene permiso para trabajar.
“Los 26 individuos fueron llevados temporalmente en custodia por el ICE para procesarlos administrativamente y la mayoría fueron liberados el mismo día, pendientes de un proceso migratorio”, indican en el comunicado.
Según dicen, el operativo fue conducido por agentes especiales de manera segura y ordenada, de acuerdo a la rutina y protocolos para seguridad de empleados y público.
Trato de delincuentes
Suleima Castillo, otra trabajadora que fue detenida, enfatiza que fueron tratados como delincuentes al ser atados de manos a la cintura y pies.“Queremos afirmar nuestra dignidad como trabajadores. Nos ganamos la vida honradamente con el sudor de nuestra frente para contribuir al bienestar de nuestros hogares”, señala.
Victor Coba, un colega de los detenidos hace ver que los trabajadores migrantes han visto un incremento de las redadas y detenciones en sus barrios, por todo el condado de San Diego y en el país.
“Nuestros colegas de trabajo en los mercados de Zion en el condado de Orange y en Santa Cruz también fueron afectados por este operativo de ICE. Reconocemos que esta estrategia de detener a trabajadores contribuye al clima antiinmigrante que promueve esta administración”, sostiene.
Georgina Montesinos pide a los trabajadores que se organicen, defiendan sus derechos y construyan redes de apoyo y solidaridad para que sus familias se mantengan preparados y no los encuentre desprevenidos una redada.
“Hacemos el llamado a luchar por cambiar las leyes migratorias y poner un fin a la criminalización y la separación familiar”, subraya.