Los pecados de Saturnino Cardozo que llevaron a Chivas a una nueva crisis
El paraguayo no es el único responsable del derrumbe del rebaño en el Clausura 2019
Justa o injusta su salida, José Saturnino Cardozo se convirtió en la víctima ideal de la enardecida afición de de las Chivas del Guadalajara, que ve con decepción la nueva crisis de su equipo.
Aunque el paraguayo no es el único responsable del derrumbe de las Chivas en el Clausura 2019, en su proceso de nueve meses hubo decisiones equivocadas y momentos positivos.
Cardozo llegó de forma inesperada en junio de 2018, para tomar el timón en medio de un clima enrarecido por el enfrentamiento público con la directiva e inconformidad por la salida de Matías Almeyda.
El guaraní aceptó el reto sin la posibilidad de elegir refuerzos y varias bajas, una de ellas la de Rodolfo Pizarro, a cambio de cuatro incorporaciones que él no había solicitado, sino el director deportivo Francisco Gabriel.
Se adaptó a lo que tenía y en su primer semestre sumó 20 puntos. No logró clasificar.
Su primera decisión cuestionable fue dejar fuera del Mundial de Clubes a José Juan Macías.
En Abu Dhabi, el Rebaño perdió sus dos partidos: ante los Kashima Antlers, de Japón, y
ante el Esperance, de Túnez, y terminó en penúltimo lugar.
El 2019, con un plantel diseñado a su manera, comenzó con tres victorias al hilo, pero el equipo fue perdiendo el orden defensivo.
Su formación con línea de cinco a veces estaba justificada, pero comenzó a minar la fe de la afición.
Las dos derrotas en el Clásico contra el América, una de ellas con decisiones tácticas guiadas por el enojo, como la salida de Alexis Vega en el primer tiempo, lo llevaron la nula reacción.
De inicio, Cardozo se mostró como un técnico que planteaba bien los partidos, pero nunca pudo reaccionar al verse abajo en el marcador.
Su desesperación se notó en la formación del domingo, cuando debutó a un central, Antonio Alfaro, como lateral izquierdo y puso de titular a Eduardo López, quien no traía juego. Los pecados de Cardozo fueron muchos y sus aciertos, pocos.
El 4-1 sobre el Monterrey, el torneo pasado, y el 3-0 sobre Atlas, en el actual, son sus dos únicos grandes momentos.