‘Me lo daban por muerto’, dijo la madre de Daniel Canizalez
Joven demanda a la ciudad y a la policía de South Gate luego de sobrevivir a 16 balazos; ya no podrá caminar
Daniel Canizalez no podrá volver a caminar normalmente. Ni siquiera con prótesis porque el impacto de 13 de 16 balas le pulverizó la rótula izquierda y por ello ha entablado una demanda legal contra la ciudad de South y los policías que por poco lo matan.
La revelación pública de un video que hizo el abogado Luis Carrillo muestra a un joven que camina en una acera con las manos en las bolsas de su pantalón. Los hechos ocurrieron en pleno día, en la cuadra 13400 del bulevar Paramount.
“Este muchacho tiene la rodilla destrozada”, dijo Carrillo. “La familia exige justicia porque es vergonzoso lo que le ha sucedido; va a necesitar atención médica por el resto de su vida”.
Acompañado por “Anita Restrepo” (nombre ficticio), madre de Daniel y el hermano menor de este, Alejandro Somoza, el abogado, expresó en rueda de prensa en sus oficinas de Pasadena que, los tres uniformados que salieron de dos patrullas cometieron numerosos errores tácticos para detener a una persona que, presumiblemente, no tenían ninguna orden de arresto.
Carrillo no negó ni confirmó la supuesta versión de la policía de South Gate que, según habían dicho, estaban respondido a una llamada de violencia doméstica.
La Opinión solicitó varias veces una entrevista con el jefe de policía, Randy Davis o el capitán Darren Arakawa, pero al cierre de edición no contestaron.
La demanda contra la ciudad de South Gate es por negligencia (balacera errónea), violación de los derechos civiles de Daniel Canizales, inadecuado entrenamiento municipal de los agentes del orden, responsabilidad municipal por costumbres, prácticas o políticas inconstitucionales y violación de la Ley Bane de California, que protege a las personas contra amenazas, intimidación o coerción e intenta interferir con los derechos legales o constitucionales de una persona.
“Parece que ese día [los policías] salieron a disparar ante la menor provocación”, dijo el abogado. “Deberían ser castigados por lo menos de intento de asesinato”.
47 segundos de terror
En el video, sin audio, se aprecia a una mujer que sale de un negocio cuando las patrullas le cierran el paso al muchacho. El corrió y después retomó su paso sin detenerse.
En el video de 5:05 minutos du duración, a los 47 segundos los policías decidieron descargar sus armas a quemarropa; Canizales cae herido sobre su costado izquierdo y posteriormente fue esposado en el piso.
“Para mí, todo ha sido difícil; tengo cinco hijos y el [Daniel Canizales] es el tercero”, dijo “Anita Restrepo”, quien pidió no ser identificada por su nombre real, ni permitió que se le fotografiara el rostro por su propia seguridad y la de su hijo. “Me lo daban por muerto en el hospital, pero Dios ha sido grande y lo tengo aquí, que es lo que más me importa”.
“Anita” no ha querido ni quiere mirar el video por el dolor que le causa ver a su hijo.
“Me apoyo en mis otros hijos y mi fe en Dios”, dijo. “Y si él ha sido fuerte por mí, yo no lo voy a dejar caer, aunque me resulta muy difícil levantarlo, voltearlo o cargarlo”.
La afligida mujer declaró que los médicos que atendieron por tres semanas en cuidados intensivos a Daniel, en el hospital Saint Francis de Lynwood, el martes le dieron la noticia de que el joven ya no podrá caminar normalmente.
“Me dijeron que, aunque se regenerara el hueso de la rodilla, ya no podrá caminar normalmente”, dijo. “Quiero justicia para él y para otros muchachos que han sido víctimas de la policía”.
La madre informo que su hijo fue un buen estudiante en la secundaria, aunque no se graduó y se manifestó en contra de quienes lo juzgan por tener tatuajes o por su pasado de andar “con malas compañías”.
“Yo me siento bien; todos tenemos un pasado”, dijo. “Cualquiera me puede apuntar con el dedo, como yo lo puedo hacer con los policías”.
“Anita”, comentó a La Opinión que aquel 29 de enero llevaba a su nieta a la escuela y le comentó a su madre “mire mamá, quién sabe qué pasó allá, ahí están los policías…Dios guarde a quien hayan balaceado, sin saber que la víctima era mi propio hijo”.