Del barrio a Sacramento: la evolución de la política latina en California
USC presenta Cambio de poder: cómo los latinos en California transformaron la política en Estados Unidos
Uno de los momentos que mejor reflejan el trabajo de los latinos pioneros en la política de California fue el juramento de Anthony Rendón como presidente de la Asamblea, y el de Kevin de León como presidente ‘pro tempore’ (temporal) del Senado en el 2016.
Por primera vez en la historia de California, los dos puestos mas altos en la legislatura eran representados por dos latinos; lo que no muchos relacionan es que ambos habían sido el resultado de una lucha sin tregua que iniciaron funcionarios como Edward Roybal, Richard Alatorre, Richard Polanco, Antonio Villaraigosa, Gil Cedillo, Gloria Molina, Miguel Contreras, María Elena Durazo entre otros.
Lejos están los tiempos en que Alatorre podía contar con los dedos de una mano el número de representantes latinos en la legislatura californiana (en los 70s) y con los que, apoyado con Richard Polanco, formaron el Caucus Chicano que más tarde se convertiría en el Caucus Latino, uno de los grupos con más influencia hoy en el estado.
Es precisamente esa evolución política de los latinos que la Universidad del Sur de California, en su 90 aniversario, reconoció e incluyó en su serie de conferencias (USC Price Dean’s Speaker Series) con el tema: Cambio de poder: cómo los latinos en California transforman la política en Estados Unidos.
El evento realizado el 1ro de abril tuvo como preámbulo el libro “Power Shift”, de George L. Pla y David R. Ayón donde explican los esfuerzos de 10 políticos latinos que han pavimentado el camino para las nuevas generaciones, desde la primera elección perdida de Ed Roybal en la década de los 40s hasta el triunfo de Antonio Villaraigosa en el 2005, como primer alcalde latino en Los Ángeles en más de 100 años.
El decano de USC, Jack H. Knott, dijo que el objetivo de la serie era identificar temas fundamentales e importantes para la comunidad latina, pero también para la nación; reunir personalidades, crear un diálogo que ayude a crear opinión pública y políticas que mejoren el país.
“California juega un papel muy importante en el futuro de Estados Unidos, es un estado con un espíritu innovador, una economía dinámica, le preocupa el medio ambiente y acoge a la diversidad, todos valores y objetivos importantes para el resto del país”.
Ya casi eran las 7 p.m. cuando Martha Escutia, otra pionera de la política latina californiana, tomo la palabra, para presentar a los cuatro invitados de la noche, todos del Este de Los Ángeles: Richard Alatorre, Richard Polanco, Antonio Villaraigosa y Gil Cedillo.
Ayón había pedido a la audiencia, unas 200 personas reunidas en el salón Twon and Gown de USC, que por favor tomara en cuenta los valores de resistencia, el aprendizaje político, el liderazgo y el desarrollo de conexión de los entrevistados por Escutia, factores determinantes a lo largo de sus carreras.
Escutia inició comentando que todos los entrevistados eran del barrio y habían crecido con una creencia común enseñada por sus familias: trabajando duro, todo es posible en esta nación, y que la palabra de las personas significa todo, al igual que la lealtad en la política.
Escutia le preguntó a Alatorre cómo le hizo en 1981 para convencer al resto de los legisladores para abrir otros dos distritos en el Congreso, ambos puestos que serían representados por latinos, en un momento donde la representación latina era casi nula.
Alatorre habló del poder de establecer alianzas con otros grupos y hacerlo en una forma justa y donde todos ganen; además de la importancia de tener un objetivo muy claro, lo cual era expandir la representación latina y demócrata en la legislatura en los siguientes 10 años.
El exfuncionario también mencionó la importancia de comprometerse y dar su palabra para ganar adeptos a sus causas, como lo hizo con la Acta de Servicios Bilingües que fue aprobada cuando hablar español en Sacramento no era bien visto. Alatorre fue el fundador del Chicano Legislative Caucus y siempre apoyó la Acción Afirmativa, así como también mejoró las condiciones de los trabajadores en el campo y de las personas en la cárcel.
Richard Polanco, del barrio Maravilla, habló de la importancia que tenía el fortalecimiento del Caucus latino con más miembros, principalmente representación femenina. Al mismo tiempo mencionó la importancia de respetar, pero también romper las reglas, siempre y cuando se tenga un enfoque muy claro, en su caso, era el de expandir la representación latina en distritos donde eran y no eran mayoría.
Durante su liderazgo en el Caucus Latino de 1990 al 2002, el grupo creció de siete a 24 miembros en la legislatura. “Yo no me comprometí, yo aprendí las reglas y cómo aplicarlas. No estaba arriesgando mi carrera, era una responsabilidad y una obligación de mi parte para expandir la representación latina”.
Por su parte Villaraigosa, el primer alcalde latino, originario de City Terrace, inmediatamente agradeció a su madre por su carrera y cómo el hecho de que ella siempre andaba en autobús, de alguna forma lo influyó para que años más tarde se convirtiera en miembro de la Juntas de Metro y RTD, pero lo más impactante fue que él siendo expulsado de Cathedral H.S., y luego de abandonar Roosevelt H.S. regresó a la escuela para convertirse en abogado, concejal, asambleísta y posteriormente alcalde de L.A. Su poder de convencimiento y de negociación, tanto con los republicanos y demócratas, es lo que lo ha caracterizado.
Villaraigosa por un momento interrumpió su inglés para resumir en español el papel ideal que deberían de ejercer la gente que tiene éxito y explicó: el rol de una persona no es aplaudirse y pensar que es especial por obtener algunos logros, lo más importante es dar gracias a las personas que hicieron posible su llegada, sin olvidarse de la responsabilidad de seguir abriendo las puertas para los que vienen atrás.
Originario de Boyle Heights, Gil Cedillo fue identificado inmediatamente por su trabajo con las licencias de manejar para las personas sin documentos, el hecho de aferrarse y luchar por lo que él consideraba lo correcto, no solo para las personas más vulnerables, pero para todo el estado. Debido a los años que llevó el convencer a la legislatura para que aprobaran su propuesta, sus colegas se burlaban de él y le pusieron de apodo ‘One Bill Gil’.
Cedillo indicó que había hecho un compromiso con su esposa antes de morir, pero además, aunque permitirles a las personas sin documentos manejar no era popular en ese momento, era necesario e importante, es por eso que se mantuvo y al final ganó la batalla.
Alatorre felicitó a Cedillo por aferrarse a una medida que, aunque no era bienvenida por muchos legisldores, era importante para uno de los segmentos más desprotegidos de la sociedad y cerró con estas palabras.
“Que Dios lo bendiga por su tenacidad. Que Dios lo bendiga por su necedad que lo ayudó a convertir su visión en realidad. No hay nada más importante que pelear por algo que va a beneficiar a gente que no tiene poder…”.
George L. Pla, co-autor del libro ‘Power Shift’, concluyó el evento subrayando los grandes logros alcanzados por algunos políticos latinos, pero a pesar de los avances, indica con una perspectiva más nacional, que hoy, en pleno 2019, con 60 millones de latinos en el país, 15 de ellos en California, todavía los latinos siguen siendo invisibles, marginados y llenos de estereotipos.