El único código que narcos mexicanos están respetando, aunque se maten entre ellos
Los líderes de cárteles tienen consideraciones especiales con sus madres
Los miembros de cárteles mexicanos están en plena guerra por el control de territorios que deriva en ejecuciones y hasta descuartizados, pero hay una regla que están respetando: la madre de los líderes.
Hasta ahora no se ha reportado la muerte de progenitoras del mando máximo de un grupo organizado en manos de sus enemigos, ya que, según expertos, esa afrenta se pagaría con la misma moneda.
Un código similar aplicaba a las esposas de éstos, pero la guerra entre los cárteles ha desvanecido ese límite no escrito que ellos mismos se impusieron.
A veces, las madres de los narcotraficantes son quienes sacan la cara por sus hijos, como recién lo hizo María Consuelo Loera Pérez, madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, quien ha pedido al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador que luche por devolver a su hijo a México.
La señora Loera Pérez incluso envió una carta al mandatario para hacer la petición formal, además de pedir ayuda para obtener “visas humanitarias” para que ella y sus hijas pudieran visitarlo en el Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, donde está a la espera de su sentencia.
Infobae hizo un recuento de otras madres de narcos famosos, como Alicia Félix Zazueta, matriarca del clan Arellano Félix, que tuvieron su gloria criminal entre los ochentas y noventas. Ella incluso logró recuperar una lujosa vivienda en Jalisco que el Estado mexicano había confiscado.
También menciona María Félix Almonte, madre de Raybel Jacobo de Almonte, alias “El Tequilero”, líder de un grupo criminal que operaba en Guerrero, México.