La tristeza de los indocumentados que se gradúan de secundaria en Estados Unidos

Lo que debe ser motivo de celebración y orgullo ahora genera incertidumbre

La lucha por DACA sigue en los tribunales al tiempo que las calles y en el Congreso Getty Images

La lucha por DACA sigue en los tribunales al tiempo que las calles y en el Congreso Getty Images Crédito: Getty Images

Sin la posibilidad de poder aplicar al programa Acción Diferida (DACA), jóvenes indocumentados que se gradúan estos días de la secundaria encaran un futuro incierto en estados como Arizona, donde no reciben becas ni les ofrecen tarifas universitarias reducidas por ser residentes.

Es un momento agridulce para mi familia, después de mucho esfuerzo finalmente me graduó (esta semana) de la escuela secundaria pero ahora lo difícil será seguir mis estudios, por lo que estoy considerando todas mis opciones, inclusive regresar a México”, dijo a Efe Micsael Burruel, de 18 años.

Burruel llegó a Estados Unidos cuando tenía 5 años y toda su educación la ha hecho en este país y técnicamente calificaría para DACA, pero en septiembre de 2017 la administración del presidente Donald Trump anunció el fin de este programa, acabando con la posibilidad de que nuevos jóvenes apliquen y obtengan este beneficio migratorio.

DACA, un programa que otorga permiso de residencia y un número de Seguro Social para que puedan trabajar y seguir sus estudios, fue implementado en 2012 por el gobierno del entonces presidente Barack Obama.

Debido a que ya no se aceptan nuevas aplicaciones, jóvenes estudiantes como Burruel se encuentran un limbo migratorio que reduce sus opciones drásticamente para obtener ayuda financiera para seguir con sus estudios.

Antes de que se cerrara DACA uno de los requisitos para aplicar era tener un mínimo de 15 años, por lo que muchos jóvenes en ese momento no pudieron aplicar para este beneficio, otros no lo hicieron por temor a que su información y la de sus padres pudiera ser compartida con Inmigración.

Siento como este país nos está cerrando las puertas, el DACA te da más oportunidades de seguir trabajando, de seguir estudiando y esperamos que a nosotros también nos den esta oportunidad en el futuro”, dijo el joven de origen mexicano.

De acuerdo a un estudio del Instituto de Política de Migración (MPI) dado a conocer en abril pasado, anualmente 98.000 estudiantes indocumentados se gradúan de las escuelas secundarias en los Estados Unidos.

Estudiantes como Jonothan Mendevil, quien esta semana también gradúa de escuela secundaria en Phoenix.

Mendevil, quien llegó al país cuando tenía 2 años junto con su madre y hermanos, no pudo aplicar a DACA en 2017 y todo este tiempo ha esperado a que se reabra el programa, pero debe aguardar a que se resuelva la actual batalla legal sobre este amparo migratorio.

Las posibilidades de que jóvenes indocumentados sigan estudios superiores sin DACA son muy pocas, especialmente en estados como Arizona donde en 2006 se aprobó una ley estatal que niega la posibilidad a los estudiantes sin “papeles” la posibilidad de pagar colegiaturas como residentes en colegios y universidades.

La única opción que ha encontrado Mendevil es cambiarse de estado y hacer sus estudios superiores un centro universitario de Iowa donde le han ofrecido una beca que cubrirá el 75 % de los gastos.

“Quedarme en Arizona no es una opción, el costo de la escuela sería el triple para mí, algo que mi familia y yo no podemos costearlo”, dijo Mendevil.

Según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, desde 2001 solo 18 estados han aprobado leyes para otorgar tasas universitarias de residentes a determinados estudiantes indocumentados, aunque uno de ellos Wisconsin, revocó esta medida en 2011.

Además, al menos seis estados (California, Minesota, Nuevo México, Nueva York, Texas y Washington) dan becas estatales a estudiantes indocumentados.

Por contra, los estudiantes sin estatus migratorio legal no son elegibles para recibir ayuda financiera federal.

Este es el problema que también enfrenta Julián Pimienta, quien fue aceptado por la Universidad de Arizona, pero le piden $24,000 dólares por semestre para poder seguir sus estudios.

“Yo he vivido en los Estados Unidos por 12 años, pero sin embargo sin DACA no tengo opciones, me han dado un poco de ayuda pero no es suficiente”, dijo Pimienta, quien desea estudiar ingeniería informática.

“Es muy frustrante, te hacen sentir como si no eres nadie, todo por la falta de (número de) seguro social”, enfatizó el joven, quien agregó que analiza la posibilidad de regresar a México.

Karina Ruiz, directora de la Coalición del Acta Sueño en Arizona, dijo a Efe que la imposibilidad de jóvenes indocumentados de obtener DACA está convirtiendo la educación superior como “algo inalcanzable”.

“Es un panorama desolador, es desafortunado que tanto talento sea desperdiciado”, dijo Ruiz.

En su opinión, este problema aumentará cada año a medida que el programa de DACA siga cerrado y más y más jóvenes indocumentados se sigan graduando.

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