Las nuevas restricciones al aborto afectan a las latinas en más formas de lo que pensamos
Ya saben lo que dicen: ‘crea fama y acuéstate a dormir”. Este dicho aplica muy bien para describir la manera en la que se trata el tema de los derechos reproductivos y el aborto, y lo que piensan los latinos en EEUU acerca de estos derechos.
A lo largo de mi carrera como una de las líderes latinas en salud reproductiva, he escuchado tantas veces a la gente decirme que los derechos reproductivos y el aborto son muy controversiales o demasiado tabú para la comunidad latina, y evitan profundizar en el tema.
Sin embargo, las marchas que vimos esta semana demuestran todo lo contrario. Cientos de miles de personas salieron a las calles para protestar las nuevas leyes antiaborto que se promulgaron en varios estados en las últimas semanas. Vimos como la noticias de estas restricciones al aborto inundaron los noticieros en inglés y, sorprendentemente, en español.
Y la verdad es que los latinos, al igual que la mayoría de los americanos, creen que la decisión de interrumpir un embarazo se debe dejar a la mujer en consulta con su familia, su médico y su fe.
Los latinos en este país apoyan el acceso a la atención de salud reproductiva, incluido el aborto seguro y legal.
El 67 por ciento de los votantes latinos no quieren ver que Roe v. Wade sea derrocado en la Corte Suprema, y el 82 por ciento está de acuerdo con que las mujeres tomen sus propias decisiones sobre el tema sin interferencia política, según una encuesta de El Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva.
El enfoque de la prensa latina en este tema es significativo y demuestra que estas leyes extremas nos afecta a todos. Estas prohibiciones de aborto y los ataques al cuidado de salud reproductiva en este país tendrán un impacto desproporcionado en las latinas. Somos el mayor grupo sin seguro médico, probablemente vivamos en áreas con poco acceso a servicios de planificación familiar y tengamos bajos ingresos, todo lo cual puede dificultar el acceso a la atención de salud reproductiva.
Debido a que las latinas ya tenemos muchas barreras para acceder a atención médica, tenemos las tasas más altas de embarazos no intencionales entre las adolescentes, las tasas más altas de cáncer del cuello uterino y tasas más altas de infecciones de transmisión sexual que las mujeres blancas no hispanas. Y para nuestras hermanas y amigos indocumentadas, el acceso a la atención médica preventiva es casi imposible. Y al igual que con el aborto, estos estados están mermando el acceso a toda esta atención: los mismos servicios de atención médica que podrían abordar las disparidades de atención médica que enfrentamos las latinas.
Llevo más de 20 años como presidenta de Planned Parenthood en la Florida, y todos los días trabajo y abogo por los derechos de la mujer, la autonomía corporal y la libertad de optar.
Por eso siempre digo y no me canso de repetirlo: los políticos no tienen por qué meterse en nuestras decisiones personales de salud. Ahora más que nunca, debemos unirnos contra estos ataques sin precedentes a nuestros derechos y libertades fundamentales.