Ni la tristeza, ni la falta de una familia estable los pudieron detener
170 jóvenes del sistema de crianza del condado de Los Ángeles recibieron becas para continuar su camino a la universidad
Ricardo Ortega tenía 8 años cuando fue separado por primera vez de sus padres y junto a sus dos hermanitos menores fueron llevados a un hogar de crianza temporal.
“No teníamos un lugar estable para vivir, pero en ese entonces no sabía qué estaba pasando, solo que estábamos viviendo una situación [económica] difícil”, dijo Ortega, de ahora 19 años.
El joven explicó que lo único que recuerda en aquel momento es que llegaron los trabajadores sociales acompañados de la policía y se los llevaron.
“La primera vez nos llevaron a la estación de policía en el este de Los Ángeles y ahí estuvimos unas horas”, contó Ortega.
Poco después les consiguieron un hogar con una familia de crianza temporal. Así comenzó su odisea de entrar y salir del sistema.
Ortega dijo que pocos meses él y sus hermanos fueron devueltos con sus padres, pero ellos al continuar con problemas económicos para sostener a sus hijos tuvieron que devolverlos al Departamento de Servicios de Niños y Familias (DCFS).
“Al principio teníamos visitas con ellos cada dos meses y después cada mes… Ellos trataban de estar positivos, pero a veces llorábamos porque no podíamos estar juntos”, relató el joven quien se graduó de la secundaria este semestre.
Ortega es uno de 170 jóvenes del sistema de crianza que participaron el martes en la “Celebración 2019: Honrar los logros académicos de los jóvenes de crianza”. La edición anual número 31 se llevó a cabo en el Disney Concert Hall del centro de Los Ángeles.
Se estima que aproximadamente el 56% de estos graduados son de raíces latinas y muchos de ellos son los primeros en sus familias en asistir a la universidad.
Todos los graduados recibirán becas para continuar su educación superior y la asistencia financiera continuará, dijo Juana Aguilera, portavoz del DCFS.
“Las becas varían de $1.500 a $3.000 y estas provienen de donantes privados”, añadió la portavoz.
Luchando por sus sueños
Ortega afirmó que ni la tristeza ni la falta de un hogar estable fueron impedimento para que él se involucrara en su comunidad y en su escuela en un esfuerzo por sobresalir.
Él fue presidente del capítulo de Los Ángeles California Youth Connection y en la actualidad es Comisionado de Inmigración para el asambleísta Mike Gipson, Comisionado del Servicio Civil de la Ciudad de Huntington Park, ciudad donde se crió de pequeño.
También ya se prepara para comenzar su primer semestre en el otoño en la universidad Cal State Domínguez Hills donde estudiará Políticas Públicas/Administración Pública.
El joven, de raíces mexicanas, dijo que espera algún día postularse para un cargo público e inspirar a los involucrados en el sistema de cuidado de crianza.
“Quiero ser secretario de estado y participar en el servicio público… Mi meta es representar a quienes no tienen voz”, dijo Ortega quien actualmente reside en Lakewood con su hermano mayor.
El joven aconsejó a otros estudiantes que estén pasando por lo que él enfrentó, que no se den por vencidos en sus sueños a futuro. Y para quienes no estén comprometidos o interesados en una carrera de cuatro años, que por lo menos terminen la secundaria.
“Y siempre continúa con lo que te gusta. Pero siempre recuerda que la educación puede darte un lugar estable en el futuro”, aseguró el recién graduado.