Su trágica historia se convirtió en película de éxito, no podrás creer lo que le pasó después

James Bowen era un músico callejero, pobre, adicto a las drogas que vivía en la calle. Sin embargo, no imaginaba que encontraría la fuerza y la razón para poder cambiar su destino.

Una vez sucedió, escribió la historia de su vida y el determinante papel que su gato jugó en su recuperación. El libro fue un éxito, e incluso se convirtió en una exitosa película.

Ahora, a todos estos logros, hay que añadir que Bob, el gato callejero, no solo le rescató de una vida de pobreza y adicción, sino que también le ha conseguido el amor.

James y su fiel compañero felino Bob se hicieron famosos en todo el mundo gracias a las multitudinarias ventas del libro en el que narraba su camino a la recuperación.

Tanto fue el éxito que hizo una gira promocional, con multitud de viajes y charlas. Siempre iba bien acompañado, Bob, el gato callejero, iba a donde fuera James.

Después de ese primer libro, llegaron más. Publicó hasta ocho libros, con los que alcanzó mucho éxito. Pero con tanto viaje, y a pesar del éxito de su nueva vida, no encontraba lugar para el amor. Por suerte  eso también acaba de cambiar.

James Bowen conoció a Monika Hertes y se enamoraron.

James y Monika se comprometieron a principios de este mes. Ella también tiene una gata, así que se puede decir que los cuatro han encontrado el amor. Ahora viven juntos, en Surrey, Reino Unido,  en una casa grande, llena de juguetes para gatos

“No podemos creer nuestra suerte”, admite el músico James, quien cumplió 40 años en marzo y todavía no puede creer cómo su vida se ha transformado. Sus ocho libros, incluido el primero, A Street Cat Named Bob, han vendido nueve millones de copias en más de 40 idiomas.

La adaptación cinematográfica, en la que el mismo Bob apareció junto con el actor Luke Treadaway, quien interpretó a James, ganó la mejor película británica en los Premios Nacionales de Cine en 2017. Se espera una secuela a finales de este año.

James recuerda vívidamente el día en que aquel gato callejero herido apareció en el pasillo frente a su apartamento social en Tottenham, al norte de Londres, en la primavera de 2007. Después de no localizar a su propietario, James gastó sus últimas $40 dólares en una visita veterinaria para tratar las lesiones del gato.

“Nunca hubiera cambiado mi vida si no hubiera sido por él”, admite.

“Tenía que ser responsable ya que él necesitaba que lo cuidara. Todo lo positivo en mi vida se remonta a eso. Su influencia en mi vida ha sido extraordinaria. Él es mi mejor amigo.’

Con un vínculo tan estrecho entre el hombre y el gato, cualquier mujer con la esperanza de robar el corazón de James tendría que superar el obstáculo más difícil de todos: obtener la aprobación de Bob.

Afortunadamente, Monika Hertes, de 36 años, quien conoció a James a través de amigos comunes en Facebook, se ganó el afecto de Bob al instante.ç