¿Qué implicancias tiene la dieta “limpia” y cómo nos beneficia?

La dieta limpia busca promover el consumo de alimentos que no estén procesados, aprovechando así su estado natural para enriquecer al organismo con cada uno de sus beneficios. Esto implica evitar la azúcar refinada, y en algunos casos extremos, se elimina el gluten, los lácteos y los granos.

¿Qué se puede calificar, entonces, como alimento limpio? Un desayuno que conste de un batido de frutas congeladas y frutas frescas, mantequilla de nuez y avena. Una sopa casera o ensalada de queso mozzarella para el almuerzo, y un horneado de batata para la cena.

Este menú para 1 día ha sido extraído desde la cuenta en Instagram de Pippa Selby, una prácticamente de la dieta limpia desde hace 3 años. Para ella esta dieta ha mejorado su salud, ya que antes sufría de dolores articulares y mareos. Sin embargo, asegura que hay que darle pausa a este tipo de dieta.

Se vuelve obsesiva, sobre todo a la hora de cumplir el régimen alimenticio, reseña la BBC.

Para la Sociedad Nacional de Osteoporosis en Reino Unido, eliminar o reducir el consumo de lácteos puede afectar la salud de los huesos. Según sus cálculos, el 20% de la población con 25 años de edad ha eliminado los lácteos de su dieta, estando propensos a sufrir osteopenia, en primera instancia.

Así que ¿qué es lo más importante? Optar por una dieta variada, que incluya vegetales, aceite de oliva, carnes magras y de vez en cuando un puñado de nueces.

Las restricciones a la hora de comer, no son positivas. Y como la onda es seguir consejos que encontramos en Internet, si hayas una dieta con muchas condiciones, es mejor que huyas de ella. Lo interesante de cumplir una dieta es convertirla en un estilo de vida, y no verla como un régimen.

Por esto, si cumples la dieta limpia, que sea con mesura y sin excluir los lácteos, que son tan importantes para el fortalecimiento de los huesos.