Tiene un caracol gigante como mascota y ya es tan popular como ella en redes sociales
Si buscas una mascota que no requiera mucho cuidado y tampoco haga ruido, un caracol gigante puede ser lo que necesitas
Una mujer tiene una mascota a la que adora y no hay nada más en el mundo que le guste que estar con ella, aunque le cubra de babas.
Magdalena Dusza, de Cracovia, Polonia, adoptó a Sliey pal Misiek después de verlo en una condición terrible en una tienda de mascotas.
Desde que era una niña sabía que preferiría tener un caracol como mascota antes que tener un gato o un perro como la mayoría de las personas.
Y a pesar de la gran cantidad de espacio que Misiek ocupa en su casa, él tiene un tanque de 130 litros, Magdalena dice que es muy fácil cuidarlo.
“Había soñado con tener un caracol gigante desde que estaba en la escuela primaria”, confiesa a The Mirror. “Teníamos un caracol similar en nuestra clase de biología como mascota de la escuela, y me enamoré de estas increíbles criaturas”.
Magdalena rescató a Misiek, que es el nombre polaco para “oso de peluche”, hace seis años de la tienda de mascotas.
“Lo mantuvieron en una caja muy pequeña, con poca humedad, lo cual es mortal para los caracoles, y tuvo una invasión de parásitos y tenía el caparazón dañado. No creía que sobreviviera a la noche y no quería pagar por un animal casi muerto.
Después de una noche de insomnio, decidí que tenía que darle una oportunidad y rescatarlo.Ese día, volví y lo compré”.
Misiek come principalmente verduras y frutas. Sus favoritos son las batatas y los plátanos. También es un gran admirador de la comida para peces, según informó Magdalena.
Los caracoles no tienen un sistema nervioso muy complejo, por lo que no interactuan en el sentido tradicional como lo hacen un gato o un perro.
Para ella es muy gratificante sujetarle y hablarle.
Desafortunadamente, mientras que la mayoría de las personas se sorprenden de que Magdalena tenga un caracol africano gigante como mascota, algunos pueden ser crueles con sus comentarios hacia Misiek.
“A veces también hay reacciones negativas, como personas disgustadas. Intentan bromear y preguntarme si voy a cocinar y comerme los caracoles, pero para ser sincero, no es nada gracioso.
A pesar de estos comentarios, ser dueño de Misiek es una pasión muy inusual pero gratificante, especialmente cuando puedes observar cómo crece grande y saludable.
Debido a que sus movimientos son tan lentos y majestuosos, observarlos es bueno para los nervios, tranquiliza y relaja.