¿Cómo fueron los últimos días de José José?
Aunque murió tranquilo, los últimos días de vida José José no la pasó muy bien
Después de no dar señales de vida a sus hermanos José Joel y Marysol, Sara Sosa apareció ayer por la mañana en el programa “Al Rojo Vivo”, donde habló de todo lo que pasó “El Príncipe de la Canción” antes de morir.
Tuvieron que hacerle una intervención en el estómago para suministrarle por ahí alimento y eso complicó su salud.
“Le habían puesto una bolsita para alimentarlo porque estaba comiendo, pero no llegaba al nivel calórico saludable, pero de esas dos semanas a la siguiente le dio fiebre y el doctor nos dijo que cuando pasara cualquier cosa lo lleváramos al hospital porque el tubito podía infectarse…lo llevamos, todo estaba bien, le decían que tenía un poco de pulmonía, pero con antibióticos todo estaba bien” detalló la hija menor del intérprete.
“Como a los tres cuatro días de estar ahí con sus antibióticos y todo eso fue que me llamaron un día y me dicen: ‘tu papá está respirando un poquito extraño queremos asegurarnos que respire bien, no vaya a ser que no le funcionen los antibióticos y él autorizó que lo entubaran, obviamente (me preguntan) a mí, les dije que estaba bien si él estaba de acuerdo. Estuvo bien los primeros días, pero ya estaba muy cansado…”, relató Sara a María Celeste Arrarás.
Su esposo, Jimmy, añadió que hace dos días y medio el riñón le empezó a fallar, los intestinos también, así que fue medicado para que no tuviera dolor, pero después su corazón empezó a perder fuerza.
Sara explicó que cuando llevó al cantante a Miami fue porque así lo pidió él.
“Son muchas decisiones personales que tomamos mi papá y yo, pero en realidad él vivía acá (Miami), entonces quería continuar su tratamiento acá. En realidad, es algo muy personal entre nosotros”.
Aclaró, sin embargo, que además de las cuestiones de salud lo trasladó por las disputas con sus hermanos.
“Él estaba muy feliz, gracias a Dios, nuestra prioridad fue que estuviera tranquilo y que se enfocara en realidad en su recuperación y no en todo lo negativo que pueda decir la gente. Gracias a Dios logró hacer bastantes de los tratamientos en casa; obviamente todavía iba todas las semanas al doctor, pero yo de lo que puedo testificar estaba muy tranquilo, feliz, y muy en paz“.