Cómo saber si es seguro consumir un alimento vencido

Cada persona en Estados Unidos bota casi una libra de comida al día. ¿Por qué?

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Crédito: Consumer Reports

Todos los días, el estadounidense promedio tira casi una libra de comida a la basura, según un estudio del Departamento de Agricultura.

Hay muchas razones por las que se tiran a la basura alimentos en buen estado y utilizables: niños melindrosos o exigentes, despensas con exceso de existencias o incluso sobras que permanecen en los refrigeradores durante demasiado tiempo.

Pero de acuerdo con los autores de un nuevo estudio que analiza el desperdicio de alimentos en el hogar, ” ‘válido hasta’, ‘usar antes de’ y el etiquetado ambiguo de la fecha disminuyen significativamente las probabilidades de que los alimentos se utilicen por completo”. El autor principal del estudio, Brian Roe, Ph.D. profesor de economía agrícola, ambiental y de desarrollo en Ohio State University, dice que para disminuir el desperdicio de alimentos mientras se mantiene la seguridad es fundamental desarrollar un sistema uniforme de etiquetado. “No obstante”, agrega, “el desafío de la educación del consumidor sigue siendo grande porque se requiere que los consumidores adopten respuestas radicalmente diferentes (evaluar si la calidad es adecuada frente a desechar o convertir en abono si el artículo presenta riesgos de seguridad) basándose en una sola frase pequeña”.

El 90% de los estadounidenses malinterpreta las fechas en las etiquetas, de acuerdo con el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (Resources Defense Council, NRDC) y tiran alimentos que aún podrían consumirse o congelarse para su uso posterior. Si las fechas de vencimiento no son un indicador confiable del deterioro de los alimentos, ¿cómo sabes qué guardar y qué tirar?

Lo que significan realmente las etiquetas de fechas

Excepto con respecto a la leche de fórmula para bebé, no existen normas federales que regulen la fecha de vencimiento que figura en las etiquetas. Muchas veces, las designaciones “preferentemente consumir antes de”, “caducidad” y “usar antes de” son simplemente una suposición del fabricante sobre cuánto tiempo durarán sus alimentos en su estado más fresco. Los supermercados también pueden usar las fechas como guía a la hora de abastecer los estantes. Pero las fechas tienen poco que ver con qué tan seguros son los alimentos.

  • Preferentemente consumir antes de. Esto garantiza cuándo un producto es de la mejor calidad o tiene mejor sabor. Por ejemplo, un frasco de salsa puede no tener un sabor tan fresco o las galletas pueden estar blandas en lugar de crujientes después de esta fecha. No se trata de seguridad.
  • Caducidad. Esta es la fecha establecida por los fabricantes para informar a los minoristas cuándo retirar un producto de las estanterías. El objetivo es garantizar que los consumidores tengan productos de la mejor calidad, que pueden ser de varios días a varias semanas, según el artículo. Por ejemplo, la leche, suponiendo una refrigeración adecuada, debe durar de 5 a 7 días después de la fecha de caducidad antes de comenzar a tener sabor agrio.
  • Usar antes de. Esta es la última fecha que garantiza la mejor calidad de un producto. Esta tampoco es una fecha de seguridad, excepto cuando se usa en fórmula infantil.

Según un informe del NRDC y la Universidad de Harvard, los fabricantes suelen utilizar métodos como pruebas de laboratorio y pruebas de sabor para establecer estas fechas de etiquetas. Pero los consumidores no tienen forma de conocer los antecedentes. En muchos casos, las fechas son conservadoras, por lo que si comes alimentos después de esa fecha, es posible que no notes ninguna diferencia en la calidad, especialmente si la fecha ha pasado recientemente.

Con el fin de estandarizar el etiquetado y hacerlo más claro, la Ley de etiquetado de fecha de vencimiento de los alimentos se introdujo en ambas cámaras del Congreso en mayo de 2016. Pero el proyecto de ley todavía está en comisión en ambas cámaras.

Incluso sin una regulación federal, es posible que se produzca una estandarización de estos términos. A principios de este año, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) dijo que apoyaba un movimiento de la industria alimentaria para regularizar las etiquetas y facilitar su comprensión por parte de los consumidores.

La Asociación de Fabricantes de Productos Alimenticios, (Grocery Manufacturers Association, GMA) y el Instituto de Comercialización de Alimentos (Food Marketing Institute, FMI) han estado trabajando con 25 fabricantes y minoristas para estandarizar el uso de solo 2 términos: “preferentemente consumir antes de” para indicar las fechas de mejor calidad/sabor, y para alimentos perecederos, “usar antes de” para indicar la fecha a partir de la cual debe desecharse la comida. El objetivo es que todos los bienes de consumo envasados tengan estas etiquetas antes de enero de 2020. “Es alentador que hayan desarrollado un plan basado en la disponibilidad de mejor información y hayan pedido activamente a sus miembros que lo adopten”, dice Roe. “Por supuesto, uno siempre espera que más miembros adopten las pautas y actualicen las etiquetas tan rápido como sea razonable”.

Como regla general, la mayoría de los alimentos enlatados (por ejemplo, atún, sopas y verduras enlatados) se pueden almacenar de 2 a 5 años, y los alimentos con alto contenido de ácido (jugos, tomates, encurtidos enlatados) se pueden almacenar de 1 año hasta 18 meses, según la USDA. Sin embargo, ten cuidado con las abolladuras y protuberancias en las latas. Esa podría ser una señal de que es hora de tirar esos productos.

Si todavía no estás seguro de si vale la pena guardar un producto o artículo más allá de su etiqueta de fecha, una aplicación gratuita creada por la USDA, FoodKeeper, te ayudará a determinar qué tan pronto se deben consumir artículos específicos, desde avena hasta leche de coco a jarabe de maple, si se almacenan en la despensa, o cuánto tiempo durarán en tu refrigerador una vez abiertos.

Conservar de manera segura

Los artículos no perecederos como los granos y los productos secos y enlatados todavía se pueden usar mucho más allá de las fechas de su etiqueta, pero con carne, lácteos y huevos, es una historia diferente. Aunque todavía no hay fechas de vencimiento reguladas por el gobierno federal en esos artículos, obviamente tienen una vida útil más corta. Según Sana Mujahid, Ph.D., gerente de investigación de seguridad alimentaria en Consumer Reports, la mejor manera de saber si un alimento perecedero se ha echado a perder es simplemente “confiar en el paladar y sentido del olfato”.

Una vez transcurrido su período de validez, los alimentos a menudo desarrollan moho, bacterias y fermentos, lo que te sirve como advertencia a tus sentidos. Los alimentos en mal estado generalmente tendrán diferentes textura y color, tendrán olores desagradables y sabrán mal antes de que no sea seguro comerlos.

Las enfermedades transmitidas por los alimentos son por contaminación, no del proceso natural de deterioro. Dicho esto, las bacterias como la listeria prosperan en temperaturas más cálidas, por lo que es importante mantener los productos perecederos refrigerados a la temperatura adecuada. (La FDA dice que tu refrigerador no debe configurarse a más de 40 °F. Los expertos de Consumer Reports sugieren configurarlo a 37 °F).

Además, una buena regla general es tirar un artículo perecedero después de 2 horas a temperatura ambiente o la mitad de ese tiempo a fuego alto. También mantén limpias todas las superficies de preparación de los alimentos, y evita la contaminación cruzada de carne cruda y otros artículos comestibles.

“Lo más importante que deben hacer los consumidores es seguir las buenas prácticas de manipulación y almacenamiento de los alimentos, que pueden evitar el deterioro innecesario y garantizar la seguridad de los alimentos”, dice Mujahid.

Cómo evitar el desperdicio

  • Congelarlo. “La congelación es una excelente manera de detener el proceso de vencimiento y extender la vida útil de los alimentos que de otra manera podrían deteriorarse o desecharse”, dice Tyler Lark, Ph.D., investigador de desperdicio de alimentos en Gibbs Land Use and Environment Lab. Los alimentos congelados no se echarán a perder porque las bacterias y otros patógenos no pueden crecer en temperaturas de congelación. Esto incluso se aplica a la leche, el pan, el queso y los huevos crudos (rómpelos y bátelos levemente primero).
  • Guarda esa fruta. Según el NRDC, la fruta es uno de los artículos más comunes que se desechan prematuramente. Las frutas, como las manzanas magulladas, las bananas demasiado maduras y los cítricos, como las naranjas y las clementinas que se han secado pueden usarse en muchas recetas. Consulta el “Amazing Waste Cookbook” (PDF), creado por Nelson Institute for Environmental Studies de la Universidad de Wisconsin-Madison.
  • Extiende la vida del producto. Hay trucos para extender la vida útil de las verduras, como envolver el brócoli en una toalla de papel húmeda, mantener el apio en papel de aluminio en lugar de plástico y poner los espárragos en un vaso con media pulgada de agua.
  • Organiza tu refrigerador. Los estudios han demostrado que los alimentos que no se ven a menudo se olvidan, por lo tanto, mantén los artículos más perecederos adelante en los estantes más altos. Ciertos alimentos también duran más tiempo almacenados en las partes apropiadas del refrigerador. Y si realmente deseas ser proactivo, mantén una lista de los artículos próximos a caducar. (Los nuevos “refrigeradores inteligentes” pueden facilitar aun más este proceso).
  • Composta. El compostaje de productos vencidos o alimentos envasados como el pan es una excelente manera de reciclar los alimentos sin contribuir a un mayor desperdicio.

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