Inmigrante estafada gana su caso luego de tres años de lucha

Jueza falla a favor de la mujer que le confió su caso a notario del Valle de Coachella

Cristina Hernández, quien aún pelea por permanecer en EEUU, junto a su abogada Rosa Elena Sahagún (i). / foto: suministrada

Cristina Hernández, quien aún pelea por permanecer en EEUU, junto a su abogada Rosa Elena Sahagún (i). / foto: suministrada Crédito: La Opinión

Después de tres años de audiencias, una juez de la Corte Superior del condado de Riverside falló el último 10 de octubre a favor de Cristina Hernández, víctima de un notario que prestaba servicios legales de inmigración.

La jueza Mickie Elaine Reed le ordenó a Víctor Virueña, encargado de Hispano Services —un negocio que estaba ubicado en la ciudad de Palm Desert— pagarle a Hernández 245,320 dólares más costos de abogados como compensación a los daños ocasionados durante un tramite migratorio que jamás se concretó.

La mujer comentó a La Opinión que aunque la última audiencia fue una tranquilidad, también fue un tormento ya que la obligó a revivir el sufrimiento ocasionado por Virueña.

Agregó que “personas que se hacen pasar por abogados hacen mucho daño y no se detienen por ganar dinero… Yo jamás me di por vencida y le doy gracias a mis abogados por creer en mí y apoyarme todos estos años”.

La oriunda de México, quien hizo un trato con Virueña por 2,880 dólares para reabrir y ganar su caso de petición por matrimonio, se refirió al abogado Bryan Owens y a la abogada Rosa Elena Sahagún, quienes inmediatamente interpusieron una demanda en contra de Viruena por fraude, negligencia y daños emocionales.

Sahagún, quien tiene una oficina con sede en Riverside, dijo a La Opinión que en el Valle de Coachella (condado de Riverside), las estafas migratorias son muy comunes y el abuso continua ya que muchos optan por quedarse callados.

“Por miedo, son pocas las personas que alzan la voz… La señora Hernández es un ejemplo de valor y perseverancia. Víctor Virueña la dejó tirada a su suerte fuera del país. Él jamás se imaginó que ella regresaría a pedir justicia”, dijo Sahagún.

Una pesadilla de años

En marzo de 2016 La Opinión reportó que Cristina Hernández contrajo matrimonio en 2006 con una persona que contaba con la residencia permanente.
Con la ilusión de obtener el mismo alivio migratorio, la mujer visitó la oficina de Sara Salcido, quien en 2017 fue deportada a México tras ser encontrada culpable de fraude migratorio y hurto.

Hernández indicó que Salcido nunca envió los documentos necesarios para su caso y que las autoridades migratorias cerraron su proceso.

Fue entonces cuando se dirigió a Hispano Services, que se anunciaba con oficinas en Cathedral City y Palm Desert.

En 2013, Hernández dijo haber consultado con Víctor Virueña para saber si podía salir del país y viajar a México para atender una emergencia familiar. Y agregó que el notario le aconsejó hacerlo pero siempre evitando el transporte público.

Virueña le dijo entonces que solicitaría una audiencia en Ciudad Juárez, México, para pedir un perdón en su caso, agregó Hernández.

Confiada, salió de los Estados Unidos. Una vez en México, cuenta que se enfocó en resolver el problema familiar. Sin embargo, terminó por ser víctima de un asalto que la envió lesionada al hospital.

Hernández decidió entonces, julio de 2014, regresar a EEUU pero su travesía culminó con el encierro por seis meses en el Centro de Detención de Elroy, en Arizona.

Narra que logró recuperar su libertad tras negociar con la empresa Nexus, la cual le ofreció portar un grillete por 420 dólares al mes.

En 2016, Virueña se defendió a través de un comunicado donde indicó que Hernández nunca fue su cliente y que era víctima de acoso por parte de la abogada Rosa Elena Sahagún.

También argumentó que la abogada acosó a Sara Salcido, quien fue deportada tras ser culpable de fraude migratorio, y a Ana María Verdín, quien ofrecía los mismos servicios.

Verdín por su parte, reportó La Opinión en 2016, haber abandonado el negocio tras ser demandada por violar el Acta de Consultores de Migración.

Camino difícil

Sahagún contó que Virueña se declaró en bancarrota y que se le ordenó al negocio Hispano Services a nunca más brindar servicios migratorios. La abogada añadió, que dicho negocio fue suspendido por California por no pagar impuestos.

Aunque más tranquila, Hernández dijo que la pesadilla aún no culmina ya que su futuro en el país es incierto pero agradeció el apoyo de los abogados e instó a otros a levantar la voz.
“No quiero que otras familias vivan lo mismo”.

“Quiero que así como me robó, el señor Virueña sepa que la justicia llega y todo se llega a saber. Todavía no la libro, aún estoy peleando mi deportación. Estuve encerrada como una criminal por seis meses gracias a Virueña y hasta hoy estoy viviendo una pesadilla sin saber si me podré quedar aquí [en EEUU]” dijo Hernández..www.laopinion.com

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